Mientras se está en el paro o se tiene un trabajo hace mucho tiempo, profesionalmente se está en posición de compartir experiencias, sacarse las ganas de contar algún caso que sólo pasó una vez o, por qué no, enseñar a los nuevos trabajadores del área.
El marketing personal requiere de hacerse conocer y convertirse en un referente en la materia en que se destaca. Las formas de hacer públicos los conocimientos dependen de la cantidad, las ganas y el tiempo que se les puede dedicar.
Una forma de promoción puede ser un blog o una página web. La página tiene información estática. El blog puede actualizarse a diario, tiene un formato de nota corta por cada entrada, pero cuando la información es mucha puede hacerse un libro.
El concepto de “editar un libro” como el proceso de ser aprobado por una editorial o pagar una gran cantidad de dinero por una tirada grande de impresiones iniciales (que terminan convirtiéndose en regalos navideños o llenar alguna estantería del galpón juntando polvo) ya no corre más.
El E – commerce revolucionó la industria editorial también. Y asi nace el concepto de autoedición. Editoriales on line proponen plantillas prediseñadas de libros, plataformas donde se sube el texto, la posibilidad de ponerle ilustraciones, fotos propias o de bancos de imágenes.
Para la edición en papel se eligen los tamaños, el tipo de papel, los colores, la forma de encuadernación y el precio se fija por página. Una vez realizado el diseño (gratuitamente) se lanza a la venta por internet. Como en cualquier editorial las ganancias son en relación a la venta del libro, sea por bajadas o por las compras del libro en soporte tradicional enviado por correo.
Para venderlo, son las mismas páginas las ofrecen otro tipo de servicios pagos como marketing y prensa para sus productos. A su vez hacerse miembro invita a foros, hablar de experiencias comunes, pasarse datos y comprar libros de autores tan noveles como uno.
Algunas direcciones:
Lulu
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