Cuando concluye una entrevista laboral, el reclutador siempre nos dirá lo mismo “¿Tienes alguna pregunta?”. Pues bien, es importante no liarla al final de la entrevista, ya que un paso en falso puede arruinar todo lo anteriormente logrado. La respuesta correcta a dicha pregunta es un rotundo “Sí”.
Claro que tenemos dudas, es imposible no tenerlas, estás en un entorno nuevo, y en la media hora que dura una entrevista no da tiempo ni de explicar ni de asimilar muchísimas cosas. Solo se dan pinceladas de lo que será el trabajo y tu solo muestras algunos de tus aspectos. Con lo cual, es imprescindible preguntar una vez llegados a esta sección.
Aun así, hay que tener mucho ojo con lo que se pregunta, ya que hay 5 preguntas que no debes hacer en una entrevista laboral. Esto no significa que no las vayas a hacer en el futuro, pero están vetadas para el primer día, porque darían una muy mala imagen de nosotros mismos. Aquí os mostraremos cuáles son dichas preguntas a evitar:
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¿Cuánto ganaré?
El del salario es un tema muy delicado, y el entrevistador lo sabe. Por eso, si para este punto de la entrevista no ha salido el tema, no es porque al entrevistador se le haya olvidado, es porque no quiere hablar de ello en esa primera entrevista. Por supuesto que es un tema que necesariamente debe surgir pero en la medida de lo posible por parte de la empresa y no por la tuya.
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¿Cada cuanto promocionáis a los trabajadores?
Esta pregunta no se puede hacer. La sensación que das es que solo trabajarás si te promocionan o si te controlan. Además, si el entrevistado hubiese querido comentarte este aspecto lo hubiese hecho, porque es una manera de suscitar interés en el solicitante. Hay que trabajar día a día, y dando lo mejor a diario se llega lejos.
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¿Puedo trabajar desde casa?/¿Tendré mi propia oficina?
Una vez más, si el entrevistador no te ha comentado nada es porque no es el momento a su entender. No busquemos privilegios desde el primer día, además de quedar mal con el entrevistador mostrando nuestro incontrolable ego, es mejor estar con el resto de trabajadores al entrar a una empresa, para así poder impregnarnos de la cultura y la forma de trabajo.
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¿Queréis ver mis referencias?
Una entrevista de trabajo es como una primera cita. Es importante atraer al contratante con tu “valor”, para así poder seguir una segunda entrevista o avanzar en el proceso de selección. Si ofrecemos la seguridad que dan nuestras referencias en el primer asalto, podemos proyectar cierta imagen de inseguridad y de necesidad, lo cual no es nada bueno si pretendemos mostrar nuestro valor.
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¿Me seguiréis en las redes sociales?
Esta pregunta deja al entrevistador la sensación de que tenemos algo que ocultar. No suscites en el jefe las ganas de fisgonear tu vida.
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