Hoy en día tanto para los recién diplomados como para quienes buscan empleo desde una situación de paro, y realmente para cualquier intento de entrada en el mercado laboral, la necesidad de un currículum fuerte y acorde a los tiempos que corren sigue siendo básica.
Tres cosas básicas que no puedes olvidar cuándo buscas trabajo
Sin embargo cuando afrontamos las tareas de redacción un curriculum seguimos de algún modo muy pegados a las tradiciones, algo que puede ser positivo en determinadas cosas dentro de la redacción de esos documentos, pero que no lo es tanto cuando se aleja de lo que realmente hoy en día se demanda a estas presentaciones.
¿Quién lee mi curriculum? ¿Cuánto tiempo le dedica a la lectura?
Éstas son dos preguntas clave que todo aspirante a un puesto de trabajo debiera hacerse. Sin embargo, rara vez se procede de esta manera y se tiende a considerar el curriculum como un documento uniforme que vale del mismo modo para diferentes opciones (algo que en sí mismo ya comienza a ser un error)
No va a ser igual la recepción de un currículum en una pequeña empresa en la que no existe o resulta mínimo el departamento de recursos humanos que una gran empresa con un potente departamento de recursos humanos.
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Aunque no hay estudios concluyentes de la diferencia entre ambas opciones en lo que a tiempo de lectura de los currículum se refiere, parece obvio que en el segundo de los casos, donde habitualmente el volumen de recepción de currículum es muy superior, los tiempos de lectura serán menores…
Si damos lo anterior como bueno y aceptamos lo que diferentes estudios afirman sobre el tiempo de lectura de un currículum por parte de un reclutador, que se sitúa en una horquilla entre los seis y los diez segundos, probablemente tomemos ya conciencia de la importancia de la presentación de nuestro currículum.
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Cosas necesarias en mi curriculum
Vamos a repasar diez cosas básicas que al buscar trabajo necesariamente deben estar presentes en mi curriculum como claves para una presentación verdaderamente fuerte y que supere ese período tan corto de revisión.
1. Encabezado
Un encabezado adecuado debe incluir su nombre, un número de teléfono, dirección de correo electrónico, domicilio, y, en su caso, la URL de la página de LinkedIn activo o perfil profesional en línea.
2. Título profesional
No debemos perdernos en divagaciones. Resaltar el título profesional que se posea de manera que se vea claramente y a la primera. Todo lo que no sea esto es enredarnos en líneas de texto que probablemente no sólo no nos ayuden si no que nos perjudiquen
3. Resumen profesional
Se suele confundir un resumen profesional con una declaración de objetivos, que además solemos enriquecer con palabras relacionadas con liderazgo, habilidades profesionales, etc…
Sin embargo, un buen resumen profesional es un paso breve, pero detallado (de dos a cinco oraciones de largo) que pone de relieve nuestras habilidades claves específicas del trabajo y experiencia en el sector. Explica nuestro valor en relación con el trabajo que estamos solicitando.
4. Experiencia
Cuando no se posee experiencia laboral es mejor dejarlo claro que enredarnos en vueltas imposibles a base de pequeños trabajos o prácticas. Aunque ambas cuestiones pueden figurar no van a ser relevantes ni definitivas en la decisión del reclutador.
Cuando sí se posee una experiencia laboral mencionable es muy importante que figuran de manera destacada con tres datos básicos; nombre de la empresa, fechas de desempeño y puesto de trabajo realizado.
5. Invertir el orden cronológico.
Los empleadores están interesados ??en nuestra experiencia más reciente. Debemos comenzar por tanto por los empleos más reciente y concluir con los más lejanos en el tiempo. Escribiremos siempre en pasado de los trabajos ya realizados y solo en presente en caso de que aún desempeñemos labor profesional.
6. Fuente simple y no demasiado creativa.
Debemos elegir una fuente consistente que sea clara y legible. Arial, Calibri y similares son opciones sólidas. Con el color de la fuente negro debemos huir de presentaciones coloristas o de fantasía; la creatividad no se nos exige en el diseño del curriculum vitae al menos para la mayoría de puestos de trabajo.
7. No al uso de imagenes
A menos que seas un actor, no debiera ser necesario añadir en el encabezado fotografía. Por supuesto debemos huir de obras de arte realizadas con prediseños de los procesadores de texto y similares.
8. Separar logros de responsabilidades
Las responsabilidades son grandes, a pesar de que muchas veces puede sonar un poco general. Debemos asegurarnos de separar los logros de las tareas básicas, describiendo las responsabilidades como un bloque conciso de texto y los logros, por ejemplo, como viñetas.
Si hemos dirigido con éxito un proyecto o tenido otros resultados notables, deben destacarse como viñetas para que los empleadores se sientan atraídos rápidamente por esa información.
9. Educación clara y bien colocada
En este punto debemos tener en cuenta las dos posibilidades existentes en los currículum cronológico o profesional.
Si nuestro fuerte es la experiencia profesional esta es la que debe figurar en la parte superior de la presentación de nuestro currículo, sin embargo, si nuestra experiencia laboral es baja y realmente nuestro potencial reside en la formación que presentamos es la educación la que debe figurar en la parte superior del documento.
Debemos determinar en función de lo anterior donde ubicamos nuestra formación, pero siempre siguiendo la pauta de aporte conciso y claro que describa los títulos formativos que poseemos.
10. Imagen profesional
No aplicar creatividad, tal y como recomendábamos anteriormente, no significa no utilizar las herramientas de optimización que hoy en día existen en los procesadores de texto para presentar una imagen profesional.
Una presentación profesional no va a mejorar nuestra potencia de presentación en lo que a habilidades profesionales o formación se refiere claro está, sin embargo, va a proporcionar al reclutador una manera más clara y eficaz de acceder a nuestra información, algo que no todo el mundo hace y que por tanto nos ofrece ya de por sí una ventaja.
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