¿Y si finalmente tienen éxito?
El mejor escenario para un inversor es precisamente el actual
¿Se lo imaginan?... sí, ¿qué pasaría si finalmente los bancos centrales consiguen sus objetivos? Me refiero, naturalmente, a un escenario de inflación. ¿Qué no lo ven? se dice que el mejor escenario futuro es el que parte de prolongar el escenario pasado. Y realmente la situación que hemos vivido en los últimos años, también la que sufrimos en estos momentos, no parece propicia para una aceleración de la inflación mundial. Dicho esto, también el coste en términos de errar es tremendamente importante. Claramente desproporcionado como para obviarlo. Así, lo más adecuado es al menos intentar razonarlo y no tanto partir de prejuicios creados.
¿Es lo que temen algunas autoridades internacionales? BIS, FMI, Buba y algunos bancos regionales de la Fed han comenzado a alertar sobre el riesgo de una normalización demasiado rápida de la política monetaria. ¿Se imaginan algo diferente a la inflación como detonante? seguro que no: sin amenazas de inflación siempre habrá argumentos para aplazar la decisión de dar marcha atrás en las medidas monetarias expansivas. De hecho, es lo que ocurre en el caso de la Fed y del BOE desde hace meses. Pero, ¿y si finalmente todos nos equivocamos? tipos de interés al alza y un fuerte shock de los mercados. Veremos si la recuperación económica puede soportarlo. Considerando la elevada confianza actual de los inversores y su apalancamiento en activos de riesgo, quizás no sea prudente ni mencionarlo. Aunque, si algo hemos aprendido del periodo de la Gran Moderación previa a la Crisis actual es que lo que falló fue precisamente eso: no hacer preguntas.
“Hasta la crisis financiera mundial de 2008, los expertos estadounidenses en macroeconomía tenían una visión cada vez más benévola de las fluctuaciones del producto y del empleo. La Crisis dejó claro que su visión era errónea y que se debe hacer una nueva y profunda evaluación sobre el tema”. Olivier Blanchard, FMI 2014.
En definitiva, la Crisis que aún sufrimos fue generada en un escenario que duró casi dos décadas donde se obviaban las cuestiones sobre lo que podría fallar. O lo que es lo mismo, se extrapolaba un escenario de bonanza económica con ciclos económicos limitados en duración y amplitud, con plena confianza en la gestión de la política monetaria por los bancos centrales y, al final, con aceptación de que los riesgos económicos (y financieros) que podrían surgir se podrían autorregular. ¿Por qué habría que pensar en algo diferente si todo era tan perfecto? ¿Japón? Bajo el planteamiento anterior, era un accidente mal gestionado.
¡Qué equivocábamos estábamos todos entonces! La cuestión ahora es: ¿podemos estar equivocados ahora y no darnos cuenta? De hecho, la inflación puede ser para muchos una salida al deterioro latente que significa el creciente endeudamiento público y al lento ajuste del privado. Pero, la inflación como fenómeno monetario que es resultaría claramente incontrolable en un contexto de fuerte aumento de la base monetaria y con tipos reales nulos y/o negativos. Como el actual. Es más, probablemente muchos teman más bien una vuelta de la recesión a nivel mundial. O crecimiento bajo y estancado que ponga encima de la mesa todas las cuestiones anteriores sobre la sostenibilidad de la deuda sin alejar del todo el riesgo de un lenta recuperación de la inflación. ¿Estanflación lo llamaban? Pero ahora con el mundo enfrentado a un desplome de los precios exteriores y en un continuo ajuste de competitividad interna, no parece muy razonable temerlo. Claro que no.
¿Entonces? El mejor escenario para un inversor es precisamente el actual. Con importantes dudas sobre el futuro y con los bancos centrales que no cejen en su protagonismo sobre todo y sobre todos. Y es que su éxito como su fracaso sólo podría ser negativo para los mercados. Ahora bien, ¿Por cuánto tiempo podremos mantener el estatus quo actual? tendremos tiempo para seguir hablando de todo esto en los próximos meses. No, no espero que sean años.