La ambigüedad no es (siempre) buena
Pero, es cierto que durante un tiempo puede llegar a servir
Estoy hablando, naturalmente, de los bancos centrales y de sus política monetarias extremas. Un caldo de cultivo apropiado para la revalorización de los mercados, bajo la promesa de condiciones financieras laxas y pocas alternativas para el dinero. La cuestión ahora es si este tipo de mensajes ambiguos han tocado fondo en su impacto positivo para que los inversores financieros asuman riesgo. Y existe este mismo riesgo, en términos de la inestabilidad de los mercados, al considerar las decisiones de los agentes económicos. De los consumidores y de los inversores en capacidad.
Yo espero que no, cuando aún estamos lejos de una política monetaria ineficiente. Pero es cierto que también soy optimista para los datos macro a nivel mundial durante el año derivada de la caída de los precios del crudo y ante una recuperación cíclica que está lejos de ser ya madura.
Muchos analistas han comenzado a preguntarse si la “paciencia” ahora de la Fed con respecto al inicio de la normalización monetaria es más vendedor que comprador de los activos de riesgo. En el fondo, pura ambigüedad. Estos mismos analistas advierten que la Fed con su paciencia muestra inquietud hacia el futuro. Y con los precios de bolsa en niveles altos, parece correcto que veamos correcciones ante la infravaloración de los mercados por el riesgo. Recuerden que en Japón, bajo un escenario extremo (al final no lo es) en política monetaria laxa sólo la deuda se acabó beneficiando en un contexto de debilidad económica. Ya sé que ningún país es igual que el otro. Pero en muchos casos el perfil de comportamiento de la mercados en Japón en los últimos veinte años presenta inquietantes semejanzas con la actual evolución de las mercados desarrollados ahora. Pura coincidencia quizás.
Volviendo a la reciente reunión de la Fed, lo cierto es que al mismo tiempo que enfatizaba la mayor fortaleza de lo esperado de la economía USA también admitía que las presiones a la baja en la inflación habían sido (y serían a corto plazo) también mayores a lo previsto. Neto, sin cambios. Aunque reflejando algo de inquietud sobre los acontecimientos externos. Un mensaje de este tipo, salvo el contexto internacional, debería haber sido positivo para los activos de riesgo en USD. Nada más lejos de la realidad, sólo con la deuda beneficiándose de la búsqueda de refugio seguro por parte de los inversores. Y es más: frente a las compras de fondos de bolsa a nivel internacional en los últimos días, según nuestros datos sólo la bolsa USA habría sido penalizada con retirada de fondos.
Bien, puede ser también que nos equivoquemos en el diagnóstico. Y los inversores en el fondo no es tanto que vean el escenario en USA con incertidumbre como que ven más potencial de rentabilidad en otros mercados, como ahora pueden ser los europeos tras el anuncio del QE por el ECB. Pero, ¿ahora con la tensión en Grecia? Mercados muy limitados es lo que tenemos.Aunque en el caso de la bolsa USA son cuatro semanas consecutivas de caídas. Y el volumen relativamente elevado.
En el fondo, los inversores ahora perciben que los bancos centrales tienen mucho menos margen de maniobra que lo que nos dice la teoría. No es que la decisión del SNB de eliminar el suelo para el tipo de cambio del EURCHF haya supuesto un deterioro en la credibilidad de sus actuaciones, pero es cierto que los límites ya no son tanto en el margen de actuación como en la eficiencia de las posibles decisiones para relanzar la economía y combatir los riesgos de deflación. En concreto, muchos inversores consideran que ahora la Fed tendría más problemas que en el pasado para argumentar más medidas expansivas si fuera preciso. Y, como dije al principio, los precios de las bolsas no están tan baratos como para compensar el riesgo asumido. Algo de esto también lo estamos viendo en Japón, donde se percibe una creciente oposición oficial (sí, dentro del Gobierno japones) a nuevas medidas expansivas desde el BOJ ante el riesgo de precipitar nuevos desplomes en el JPY y más desconfianza en la inversión productiva.
Naturalmente, en Europa estamos comenzando a valorar el impacto de las nuevas medidas anunciadas por el ECB. Pero, como ocurre a nivel ya generalizado en los países desarrollados, el precio de las bolsas está demasiado alto como para esperar grandes subidas. Salvo, naturalmente, que la recuperación sea un hecho. Aunque sea cíclica. Por cierto, este es nuestro escenario.