¿Por qué fracasan los cursos de trading?

Dos motivos fundamentales lo explican

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Bolsamania | 27 abr, 2015

Principalmente por dos motivos:

 

El primero es porque el 80% de la formación es pésima. Variaciones pequeñas de los mismos conceptos, repetidos una y otra vez. Intento de estandarizar a todos los traders apenas sin individualizar necesidades, miedos, objetivos, nivel técnico, el capital o el nivel de locura de todo trader.

 

El segundo es porque la gente no quiere que funcionen. Nos han lavado el cerebro para que tengamos miedo a los mercados. ¿Se imagina cómo sería aprender a conducir, teniendo la certeza de que en el periodo de aprendizaje el 90% de los conductores se estrellarán? Pues lo mismo sucede en el trading. Las personas dudan en dirigir sus ilusiones y esfuerzos hacia los mercados porque temen lo que sucederá al hacerlo. Lo más grave es que incluso el formador se han convencido de que el 90% de sus alumnos fracasaran, por lo que estandarizan el curso, abarcando al máximo número posible de aspirantes.

 

El trading es sorprendente. Hasta que no es visiblemente ganador, las personas de su alrededor se maravillan al pensar que vive la vida de una manera irresponsable. Es tal cual, y si no lo ha vivido aun, es que todavía está en el camino. Lo notas en sus miradas, en sus comentarios, en su manera de tratarte. No se lo quieren decir, pero piensan que es un loco o un vago que no quiere encontrar un trabajo “serio”. Puede preguntarles cuando lo consigas, le dirán que pensaron algo parecido. ¡Me juego una cena!

 

Como veo muy complicado resolver el segundo problema, al menos le expongo cuatro claves mínimas que debe exigir a su formador, si decides hacer de la especulación en los mercados su futuro modus vivendi.

 

1ª clave: Exija a su formador que opere en real con su propio dinero. Compruebe en directo cómo se desarrolla la operativa o estrategia de quien debe formarle, y observe como incrementa o pierde in situ su patrimonio, porque todos, todos ganamos y perdemos, y Ud puede aprender en ambos casos.

 

2ª clave: Tratamiento personalizado. ¿Todavía hay cursos para 100 personas? Si no tienes el móvil o whatsapp de su formador y no puede llamarle siempre que tenga un problema o duda, no es formación personalizada, y por lo tanto debe estar descartada.

 

3ª clave: Seguimiento individualizado y diario. Su formador debe saber su punto de partida y final, su situación patrimonial, familiar y experiencias pasadas. Por supuesto el control y evaluación debe ser diario.

 

4ª clave: Que el formador cobre en función del resultado obtenido por el alumno. No se moleste en buscar. Sólo hay un programa que lo desarrolla, y siento decirle, que no es para todos los bolsillos, pero debería ser una práctica más habitual.

 

Si consigue zafarse del miedo a los mercados, espero que al menos estas cuatro claves le sirvan para elegir al “caballo ganador”.

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