Hazlo posible
Que el rival sea el mercado
El trading te enseña a ser humilde. Conocer muy bien la derrota me legitima a hablar de la victoria, esa que cuando eres trader siempre llega varios meses tarde, esa que te exige sacar lo mejor que llevas dentro a diario. Ganar dinero haciendo trading no es sólo una cuestión de capital y habilidad, es un proceso mental, emocional y educativo.
Ver el Informe Robinson de Rafa Nadal y comprobar como incluso a un gran competidor, a un atleta como Nadal, son las emociones la que le imposibilitan el 2015. Un año apenas sin lesiones pero muy exigente en lo emocional. Nosotros como atletas, sí atletas que compiten diariamente, despreciamos este aspecto del juego. Atleta y juego, extravagantes palabras cuando hablamos de trading, algo por lo general tan matemático y aritmético. Hemos tenido que leer mucho para entender lo que sabíamos ya de niños: el juego es la mejor forma de aprender y de mejorar, y las emociones son las que equilibran ese juego. Las emociones negativas son nuestro peor enemigo ya que nos impiden escuchar, aprender y actuar; impiden nuestro progreso, nuestro cambio y trastocan nuestros resultados y nos desvían del objetivo.
Cuando algo marcha mal, cuando se presenta un problema, debemos tomar medidas eficientes de inmediato, la primera y más importante es retirarse de la pantalla, parar, no competir para así proteger nuestro patrimonio financiero y emocional. Un vaso de agua es suficiente para apagar el incendio de un bosque... en su inicio. En el trading sucede algo similar. Detectamos que no estamos cómodos, que algo falla, que nuestra cabeza no está en su mejor momento pese a que los resultados quizá no sean del todo malos, e intentamos seguir, no paramos e incluso procuramos cambiar nuestro patrón de operativa en busca de una mejora milagrosa, y como se ha dicho muchas veces en esta tribuna, innovar es arriesgado en el trading, hacerlo a diario es catastrófico, una receta para la pronta ruina. Sabemos que cometemos un error pero somos incapaces de parar, acostumbrados a que hay que seguir hacia delante, no pensamos que, a veces, lo mejor es parar, respirar, regenerarse.
Si te identificas con la situación, para y analiza qué es lo que falla. Piensa en qué papel juega la incertidumbre en tu toma de decisiones. Si no cambias, no mejoras, corres el riesgo de abandonar el juego. Ten en cuenta, que sea lo que sea que estés haciendo en este momento, estás construyendo tu futuro, por lo que tanto en el trading como en tu vida debes poner toda la atención. La seguridad empobrece, sí, pero asumir riesgos innecesarios bajo un estado emocional inestable es una locura. Querer salir de la manada de los que nunca arriesgan, aquellos que no han entendido que los tiempos han cambiado, no quiere decir que tenemos que volvernos unos kamikazes. Eso es lo difícil en este juego, saber que tenemos que convivir con la incertidumbre pero que a la vez necesitamos estar muy seguros de conocernos y de actuar en base a nuestro estado emocional.
En mi caso, tener éxito no me hace grande necesariamente. Mi grandeza es ayudar a los demás a ser mejores. Lo hago todos los días 3 horas en directo. Analizando el mercado y a mi mismo. Transmitiendo lo que he aprendido y lo que voy aprendiendo. Recordad que este viaje no acaba nunca. Por último, nunca infravalores tu capacidad para cambiar, para mejorar tus resultados, como por mi parte no sobrevaloro mi capacidad de influirte. Si no estás en sintonía con el mercado, no lo dudes, para y pide ayuda.
Artículo dedicado a Alberto Martínez, trader y uno de los mejores coach de España.