EN BUSCA DEL 4%

Comentaba en el artículo anterior que son malos tiempos para los ahorradores. El BCE vino a echar más leña al fuego. Decidió en su reunión de primeros de junio no sólo bajar el tipo de interés hasta un pírrico 0,15% sino que, además de otras medidas para alentar la actividad económica, dispuso que las entidades europeas van a tener que pagar para mantener sus depósitos en las arcas del banco central. Parece, pues, que los depósitos bancarios al 0% o, incluso, con intereses negativos serán una realidad por un largo tiempo.

 

“Y ahora, ¿En qué invierto para que me dé un 4%? Con eso me conformo…” Los clientes van asumiendo la coyuntura actual de tipos de interés e inflación, reduciendo su objetivo de rentabilidad anual del 5% al 4% para sus ahorros. Aún siendo últimamente más complicada su consecución, sí hay alternativa, como comentaba en mi anterior artículo, aunque para ello el asesoramiento profesional es completamente necesario, convirtiéndose el fondo de inversión en el producto de ahorro más eficiente.

 

Hace ya un tiempo que las gestoras de fondos añadieron a su gama un tipo específico de fondo con un objetivo claro: conseguir un rendimiento moderado pero suficiente en cualquier entorno de mercados. Si bien la primera generación de este tipo de productos, conocidos como fondos Var, fracasó cuando estalló la crisis financiera, la segunda generación de los mismos  sí que está consiguiendo los resultados esperados. Entre ellos, por citar alguno de los más conocidos, estarían los M&G Optimal Income, Mellon Global Real Return, Pioneer Strategic Income, Carmignac Patrimonie o Pimco Strategic Income.

 

Una buena combinación de este tipo de fondos y un seguimiento constante de los mismos proporciona, sin duda, el objetivo buscado del 4%.