Schroders: ¿Merece la pena invertir en bolsa con el efectivo pagando un 5%?
Todo depende de nuestro horizonte temporal y nuestro perfil de riesgo
¿Merece la pena arriesgar el dinero en bolsa con el efectivo pagando un 5%? Es la pregunta retórica que intenta responder Duncan Lamont, responsable de investigación estratégica de la gestora Schroders.
Este experto explica que los tipos de ahorro se han triplicado en 12 meses, y los ahorradores pueden ganar hasta un 5% en cuentas remuneradas y hasta un 4% con depósitos bancarios. Por ello, se pregunta si es mejor reducir el riesgo y apostar por la seguridad del efectivo.
EL VALOR DEL EFECTIVO
Sin embargo, recuerda que la rentabilidad del efectivo después de la inflación -o rentabilidad 'real'- sigue siendo negativa, aunque los tipos hayan subido mucho. Y esto implica que el valor del efectivo sigue erosionándose.
"La seguridad que ofrece el efectivo reside únicamente en su valor nominal. 100 hoy seguirán siendo 100 en los próximos años. Sin embargo, no hay certeza de que su poder adquisitivo se mantenga: una inflación baja hará que el dinero conserve su poder adquisitivo hasta cierto punto, pero una inflación alta lo erosionará rápidamente", explica Lamont.
"El factor crítico es el tiempo. A corto plazo, es probable que el efectivo se comporte mejor frente a la inflación. A largo plazo, el dinero en efectivo se comporta peor, incluso cuando la inflación es relativamente baja", añade.
En este sentido, indica que la rentabilidad histórica del efectivo muestra que, en periodos muy cortos -tres meses o menos- no ha habido mucha diferencia en la probabilidad de que el efectivo o las acciones superen a la inflación. Pero, para periodos más largos, la diferencia se amplía de forma concluyente.
"En cada periodo de 20 años de los últimos 96 años, la renta variable ha obtenido rentabilidades superiores a la inflación. Así pues, aunque las inversiones en bolsa pueden ser arriesgadas a corto plazo, si se comparan con la inflación, ofrecen mucha más seguridad a largo plazo".
Por su parte, en los últimos cinco, diez y veinte años, los ahorros en efectivo no han podido seguir el ritmo de las subidas de precios. Y durante periodos muy largos - en los que la inflación y los tipos de interés han registrado máximos y mínimos - el efectivo ha conservado su poder adquisitivo, pero por poco.
Por el contrario, las inversiones en bolsa han ofrecido rentabilidades superiores a la inflación en todos los periodos.
Sin embargo, cada inversor debe valorar cuál es la combinación más adecuada a su perfil al optar por productos más conservadores, como depósitos o bonos; o más arriesgados, como las acciones.
"Contar con el apoyo de un asesor financiero profesional es clave para orientar a los inversores en la conformación de sus carteras de inversión con diferentes opciones de productos de ahorro e inversión que pueden tener según su perfil", indica Inés del Molino, sales manager de Schroders en España.
"De hecho", añade, "la introducción de productos clásicos que siempre han formado parte del ahorro familiar de los españoles, como las cuentas bancarias o lo depósitos, no son excluyentes de otros productos de inversión especializados, como fondos, acciones, bonos o activos privados".
"Dicho esto", concluye, "los depósitos en el mercado español han pesado mucho en el ahorro familiar desde siempre, incluso cuando no estaban remunerados y, aunque empiezan a incrementar su remuneración, no están llegando a subir a los niveles de 2011-2012”.
Por otra parte, invertir en renta variable supone aceptar una volatilidad que no todos los inversores están dispuestos a asumir.
En conclusión, señala Duncan Lamont, tanto el efectivo como las acciones y participaciones conllevan riesgos diferentes. El efectivo dista mucho de ser un activo exento de riesgo: incluso con los mejores tipos de ahorro disponibles en la actualidad, es probable que los depósitos pierdan valor real.
Y, como muestran estos datos, el efectivo también puede generar pérdidas reales durante periodos más largos, incluidas las dos últimas décadas. Pero las acciones también conllevan riesgos, especialmente cuando se mantienen durante periodos más cortos.