Las "oportunidades" que ve Columbia Threadneedle en las bolsas para 2025

Recomienda centrarse en "compañías con fundamentales sólidos"

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Bolsamania | 02 dic, 2024

El próximo año se presenta complejo para la renta variable, con motivos para el optimismo, como los recortes de tipos, y grandes amenazas, especialmente en forma de riesgos geopolíticos. Pero los analistas de Columbia Threadneedle encuentran "oportunidades" de inversión en este contexto, que puede ofrecer retornos al inversor en acciones si se decanta por las compañías adecuadas.

"De cara a 2025, los sólidos fundamentales de las compañías y las tendencias en innovación podrían verse contrarrestados por el agravamiento del riesgo geopolítico y la incertidumbre política", destaca Melda Mergen, directora de renta variable de la firma.

Sus apuestas de cara al nuevo año se centran en "las compañías con fundamentales sólidos que han aprendido a capear el difícil entorno operativo de los últimos años". También recomienda abrir la mira y buscar activos atractivos fuera de Estados Unidos.

"Si ponen el foco en compañías con fundamentales sólidos y están abiertos a oportunidades más allá de Estados Unidos, los inversores pueden sortear este entorno de nuevo equilibrio con confianza", detalla.

MOTIVOS PARA LA ESPERANZA

Entre los principales factores que pueden impulsar la renta variable, Mergen destaca en primer lugar las bajadas de tipos de interés, ya que "podría darse que el coste del capital de las compañías disminuya, por lo que será más fácil tomar decisiones sobre asignación de capital y planificar con antelación".

Sin embargo, encuentra "una salvedad" a esta premisa, ya que cree que las bajadas de tipos solo beneficiarán a las acciones si se producen para mantener la inflación bajo control.

"Si empiezan a recortarse los tipos para evitar una recesión o si la inflación se reafirma, sería otra historia, y también otro entorno que podría incidir de forma negativa en las acciones. También es importante tener en cuenta que tipos más bajos no significan tipos bajos. Los tipos de interés siguen siendo elevados en términos históricos, por lo que seguimos de cerca las decisiones de asignación de capital de las compañías en las que invertimos en un entorno de tipos terminales más altos", destaca.

Esta analista también pone el foco en el mercado laboral, "una de las señales clave de la salud económica general", en el que se está produciendo "un cierto deterioro, aunque la tasa de desempleo se sigue situando en cotas relativamente bajas y se publican muchas ofertas de empleo".

Otra de las preocupaciones de los inversores son las elevadas valoraciones de las empresas, que "siguen viéndose tensionadas, especialmente en Estados Unidos".

"Sin embargo, creemos que estas valoraciones son razonables si se tiene en cuenta que están impulsadas por unos beneficios saludables. Los inversores también deberían sentirse alentados por el hecho de que esta fortaleza de los beneficios procede de un grupo más amplio de sectores y compañías en comparación con los últimos años, es decir, más allá del estrecho ámbito de los 'Siete Magníficos' (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla)", detalla.

En este sentido, recuerda que "existen oportunidades para aprovechar las valoraciones atractivas más allá de Estados Unidos", puesto que "la mayoría de los países europeos con mercados desarrollados resultan relativamente baratos en comparación con los últimos 10 años".

"Lo mismo puede decirse de China. Asimismo, aunque la comparación entre barato y caro no suele ser una tesis de inversión eficaz, puede ser un dato útil para cuestionar las hipótesis de los inversores y evaluar las asignaciones por países", indica.

EL RIESGO GEOPOLÍTICO

En el lado de las amenazas, la experta asegura que "si bien la incertidumbre dominante en los últimos años era de índole macroeconómica, en la actualidad el principal riesgo reviste un carácter geopolítico".

"Se trata de un riesgo que, casi con toda seguridad, seguirá siendo elevado en 2025. Para las compañías internacionales, esto significa un entorno operativo cada vez más difícil. El coste global de la actividad empresarial será probablemente más elevado, y las compañías tendrán que ser resistentes y capaces de adaptarse a medida que sus entornos operativos y de mercado sigan cambiando", subraya.

De forma más inmediata, añade, "una vez pasadas las elecciones estadounidenses y el ruido asociado a ellas, los inversores pueden centrarse en las posibles repercusiones de las políticas, y en lo que ello implica para sus inversiones y perspectivas".

En lo que respecta a los temas de inversión, apunta que "2025 se perfilará como un año en el que volveremos a centrarnos en las tendencias de crecimiento a más largo plazo, como la inteligencia artificial (IA) y la transición energética, así como la rápida innovación en sectores como la sanidad".

"A medida que las tecnologías avanzan y maduran, estas oportunidades siguen evolucionando. Por ejemplo, la mayoría de la gente piensa en la IA estrictamente como una apuesta tecnológica, pero esto no es más que el comienzo. Hoy en día, la IA como tema de inversión es, en realidad, una oportunidad intersectorial. Sobre todo, en esta fase de desarrollo, en la que estamos asistiendo a un aumento del gasto en infraestructuras para integrar la IA en los modelos de negocio de casi cualquier tipo de empresa", concluye.

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