Morgan Stanley WM: "El bajo rendimiento de diciembre puede ser una señal de lo que vendrá"

El S&P 500 cerró 2024 con un rendimiento superior al 20% (23,03%) por segundo año consecutivo apoyado en el buen desempeño de los '7 Magníficos' y en el dominio de las acciones estadounidenses sobre otros mercados globales. Sin embargo, durante el mes de diciembre los índices neoyorquinos mostraron un comportamiento más "mediocre". ¿Es un presagio de lo que vendrá en 2025?

"Los rendimientos extraordinarios de las acciones estadounidenses de más rápido crecimiento desempeñaron un papel descomunal en el avance general del mercado en 2024", afirma Lisa Shalett, directora de inversiones (Chief Investment Officer) en Morgan Stanley Wealth Management.

No obstante, la experta advierte que los inversores pueden estar pasando por alto el papel descomunal que desempeñó el "factor momentum" en el avance del mercado el año pasado.

"'Momentum' se refiere a la tendencia de las acciones que recientemente tuvieron un buen desempeño a seguir subiendo en el corto plazo, a menudo en medio de condiciones financieras fáciles como las que prevalecieron durante gran parte del año pasado", explica.

Y en este sentido, remarca que "si bien el S&P 500 subió alrededor de un 23% en 2024, las acciones con el impulso de 12 meses más fuerte (es decir, las que subieron más rápido durante ese período de tiempo) subieron un extraordinario 58% durante el año, superando a todos los demás 'factores', incluidas las acciones orientadas al crecimiento y al valor, en al menos 38 puntos porcentuales".

Por ello, considera que cuando las ganancias de las acciones se impulsan con tanta fuerza, "los inversores están siguiendo con avidez las tendencias del mercado y posiblemente pasando por alto sus riesgos, en particular si las condiciones financieras se endurecen".

En este escenario, el Comité de Inversiones Globales de Morgan Stanley destaca dos áreas de preocupación. La primera son los puntos débiles subyacentes. Es decir, cuando los inversores impulsan las ganancias del mercado apoyándose en los nombres líderes, pueden distorsionar su percepción de las disparidades de rendimiento que subyacen en la superficie del mercado en general.

El segundo aspecto está relacionado con las ganancias mediocres. "En mercados impulsados ​​por el impulso, los inversores también pueden hacer subir rápidamente las acciones sin que se produzcan aumentos proporcionales en la rentabilidad de la empresa", comenta Shalett.

¿SE DESVANECE EL IMPULSO?

Con este telón de fondo, desde Morgan Stanley WM avisan que el bajo desempeño de las acciones estadounidenses en diciembre sugiere que la tendencia de búsqueda de impulso podría desvanecerse en 2025 a medida que las condiciones financieras se endurezcan.

"Los inversores deberían considerar seriamente el hecho de que las acciones cayeron, en particular las líderes del mercado, durante todo diciembre, ya que puede ser un presagio de lo que vendrá en 2025", argumenta Shalett.

Si el impulso se desvanece, es una señal de que el mercado puede estar pasando "de la fase anticipatoria del 'sueño', impulsada por las expectativas de los inversores y el optimismo sobre el potencial de crecimiento futuro, a la fase del 'muéstrame', en la que importa más la capacidad de las empresas para cumplir con los objetivos de ganancias. En resumen, ya no se trata sólo de la persecución: se trata de los resultados", añade.

CÓMO INVERTIR

En este contexto, el Comité de Inversiones Globales de Morgan Stanley WM enfatiza la inversión activa sobre la pasiva, y la calidad y el valor sobre el impulso.

La selección de acciones será fundamental en 2025. "Favorecemos los sectores financiero, energético, inmobiliario residencial y fabricantes nacionales de productos industriales y bienes de consumo de marca".

"Los inversores a largo plazo deberían centrarse en reequilibrar sus carteras y buscar la máxima diversificación entre acciones, bonos, activos reales, fondos de cobertura e inversiones privadas", concluye Shalett.