Morgan Stanley da por muerto el rebote y anticipa "tormenta" en las bolsas
Su estratega jefe, Mike Wilson, afirma que es mejor adoptar una postura defensiva
Morgan Stanley ha dado por muerto el rebote de las bolsas que ha tenido lugar desde los mínimos anuales de mediados de octubre. Así lo ha confirmado su estratega jefe, Mike Wilson, quien anticipó correctamente el mercado bajista que se inició a principios de año y se ha convertido en una de las voces más respetadas del mercado.
Este estratega aconsejó de manera táctica adoptar posiciones alcistas hace siete semanas, pero ahora ha vuelto a recomendar una postura mucho más cautelosa de cara a final de año y el primer trimestre de 2023.
Aunque reconoce que el mercado está lanzando señales positivas, que son propias de la "fase final de un mercado bajista", considera que todavía es necesario "protegerse contra la tormenta" que está por venir en las bolsas.
"Incluso si el S&P 500 realiza un nuevo mínimo el próximo año, tal y como esperamos, el conjunto del mercado probablemente no lo haga. Así es como típicamente terminan los mercados bajistas", ha asegurado.
En cualquier caso, debido a sus negativas previsiones para la evolución de los beneficios empresariales, "incluso si esquivamos una recesión, el ratio de riesgo/recompensa para las acciones americanas se ha deteriorado de forma importante, por lo que somos vendedores nuevamente", ha señalado Wilson.
Sobre todo teniendo en cuenta que el S&P 500 ha rebotado un 17% desde su mínimo anual y ha llegado a la resistencia de 4.150 puntos, donde se encuentra su media de 200 sesiones y la directriz bajista desde sus máximos históricos de principios de año.
"El rally alcista dentro del mercado bajista que veíamos hace siete semanas está perdiendo fuerza", ha explicado Wilson, quien considera que un soporte importante a corto plazo aparece en los 3.940 puntos del S&P 500. "Si este nivel se pierde, el mercado puede reanudar su tendencia bajista" principal, ha señalado.
En este escenario, Wilson apuesta por "los bonos y los valores defensivos" que pueden comportarse mejor que el mercado hasta que los inversores descuenten "de forma más realista" la caída en los beneficios empresariales que se producirá en 2023, lo que puede ocurrir durante el primer trimestre o en los meses de primavera. "Serán el mejor puerto para protegerse de la tormenta".