Lazard AM: "Los recortes de tipos del BCE y la Fed favorecerán a las bolsas y renta fija europeas"
El ciclo bajista también contribuirá a mejorar la confianza de las empresas y los consumidores
La moderación de la inflación ha permitido a los bancos centrales empezar a flexibilizar sus políticas monetarias. El Banco Central Europeo (BCE) inició el pasado mes de junio su ciclo de normalización y, desde entonces, ha ejecutado tres bajadas de tipos de 25 puntos básicos (pb). La Reserva Federal (Fed), por su parte, ha llevado a cabo un recorte de 50 pb y se espera que el próximo 7 de noviembre realice otro de un cuarto punto porcentual. ¿Cómo impactará este nuevo escenario en los mercados?
Los estrategas de Lazard Asset Management (Lazard AM) creen que "el paso a un ciclo de recortes de los tipos de interés en Europa, y ahora en EEUU, podría favorecer a los mercados europeos de renta variable y contribuir a mejorar la confianza de las empresas y los consumidores".
En este sentido, consideran que la renta variable europea sigue ofreciendo atractivas oportunidades de inversión. Y, aunque hay algunos indicios de que la economía del Viejo Continente empieza a tambalearse de nuevo tras su impulso positivo de principios de año, subrayan que no deben exagerarse los peligros para los mercados de renta variable de la región.
"Los bancos centrales, encabezados por una vez por el BCE, están tomando la delantera con una política monetaria más laxa. Además, las valoraciones de las acciones europeas siguen siendo modestas en comparación con su historia y sus homólogas internacionales, mientras que las empresas están adoptando un comportamiento más favorable para los accionistas, desde escisiones y recompras de acciones hasta pagos de buenos dividendos", comentan los analistas.
Desde el punto de vista económico, el sector servicios sigue en expansión, a pesar de dar muestra de algunos signos de pérdida de impulso, mientras que el manufacturero parece no tocar fondo.
Asimismo, en la gestora ponen el foco en que como país exportador, "Alemania está sufriendo la debilidad de la demanda mundial, algunos sectores clave de la economía están bajo presión, incluido el del automóvil, y la política fiscal restrictiva y la incertidumbre política, con el partido de extrema derecha AfD al alza, se han sumado a los vientos en contra".
Sin embargo, el panorama económico europeo no es del todo sombrío, con una inflación por debajo del objetivo del 2% del BCE, un crecimiento del PIB positivo y la tasa de desempleo de la eurozona en mínimos históricos.
Por ello, y teniendo en cuenta que las empresas y los consumidores europeos suelen ser más sensibles a los tipos que muchos de sus homólogos mundiales, los recortes de intereses del BCE deberían influir más rápidamente en la actividad económica que los de la Fed.
"El contexto de bajada de tipos podría constituir una buena base para los mercados europeos de renta variable en 2025. Un coste de capital a la baja podría servir de apoyo a ciertas partes cíclicas del mercado, como los productores de productos químicos y materias primas, donde las valoraciones se han descontado excesivamente en comparación con el potencial a largo plazo de estas empresas", indican en Lazard AM.
A nivel empresarial, las desinversiones en activos no estratégicos, junto con los elevados niveles de recompra de acciones, reflejan para la gestora un comportamiento "más favorable a los accionistas" por parte de las compañías europeas y una mayor atención a la asignación de capital por parte de los equipos directivos.
En cuanto al aspecto monetario, y en un momento en el que el tipo de cambio euro/dólar está cerca del límite superior de su rango a corto plazo, "una mayor depreciación del dólar frente al euro podría tener importantes efectos negativos de conversión para muchas grandes empresas europeas, cuya suerte se ve más afectada por los beneficios en el extranjero que por los beneficios nacionales", remarcan.
PERSPECTIVAS POSITIVAS PARA LOS BONOS EUROPEOS
En cuanto a los activos de renta fija europea, las perspectivas de Lazard AM son "positivas" y prevén que deberían verse impulsados por los nuevos recortes de los tipos de interés que se avecinan, "aunque el riesgo de que vuelva la inflación, sin ser la hipótesis de base, es probable que genere volatilidad en los precios de los bonos".
"Dado que es poco probable que se produzca una recesión en la zona euro a corto plazo, en parte debido a la fortaleza de los consumidores, y que el BCE desea mantener abiertas sus opciones y asegurarse de que la inflación está bajo control, los tipos de interés de la zona euro también descenderán lentamente con el tiempo. Unos tipos más bajos deberían tener un efecto estimulante sobre la economía", afirman desde la gestora.
No obstante, y en el lado negativo, el resultado de varias elecciones a escala mundial y el temor a un nuevo giro hacia la extrema derecha suscitan inquietud. "Tampoco puede descartarse un rebrote de la inflación, ya sea por presiones salariales o por factores estructurales, como el empeoramiento de la demografía y los costes del cambio climático".
Pero, y sin perder de vista los riesgos, las perspectivas sobre los mercados de renta fija europeos, tanto de grado de inversión como de alto rendimiento, siguen siendo positivas. "Los bonos corporativos deberían beneficiarse de unos resultados económicos sólidos, aunque no espectaculares, a corto plazo en Europa, ya que las primas de riesgo no aumentarán si se mantiene el impulso económico".
En general, para los expertos de la firma, el alto rendimiento en euros sigue estando "algo sobrevalorado", aunque determinados emisores y bonos siguen ofreciendo un buen valor, por lo que la gestión activa será clave. "Los bonos nórdicos constituyen un nicho interesante. Actualmente ofrecen un valor y un potencial de rendimiento considerables, basados en sus sólidos fundamentales y en unos diferenciales más elevados", concluyen en Lazard AM.