Eurizon: "La situación en China es incierta, pero el Gobierno tomará medidas contundentes"
Con respecto al endeudamiento del país, creen que está en mejor posición que otras regiones
La crisis del sector inmobiliario que vive China ha disparado todas las alarmas. Los expertos temen que sus efectos se acaben extendiendo a otros ámbitos del país y mermen, aún más, a una economía cuyo débil crecimiento en el segundo trimestre supuso una decepción para los inversores.
A ello hay que sumarle que las medidas impulsadas por el Gobierno para apoyar al inmobiliario y devolver la confianza al mercado han sido consideradas como insuficientes por parte de los analistas, que creen que las autoridades tienen que poner en marcha más iniciativas que impulsen el consumo.
En este sentido, desde Eurizon Asset Management se muestran optimistas y consideran que aunque "la situación actual sigue siendo incierta, se espera que el gobierno chino tome medidas contundentes para respaldar la economía y abordar los desafíos del sector inmobiliario".
Para Stephen Li Jen, CEO de Eurizon SLJ, y Wenting Deng, el desencadenante del actual malestar en el sector inmobiliario chino fue inducido proactivamente por las políticas del país.
"Pekín quería evitar que la burbuja inmobiliaria siguiera creciendo hasta situar a China en una situación crítica similar a la vivida en Japón hace una generación", explican los estrategas de la gestora.
La relevancia del sector inmobiliario en China es indiscutible. Desde el punto de vista estadístico, representa alrededor de un 7% del PIB del país. Sin embargo, si se tienen en cuenta todos los sectores auxiliares (materiales de construcción, transporte por carretera, empresas de apoyo al sector inmobiliario y, por supuesto, el sector de electrodomésticos), su representación se incrementa hasta el 25% del PIB chino.
Otro aspecto que pone de manifiesto la relevancia del sector es el volumen de las hipotecas vigentes en China, que equivalen al 29% del PIB y que, en consecuencia, tiene implicaciones significativas para su sistema financiero.
Además, según indican en Eurizon, el valor total en sí mismo del sector inmobiliario, incluyendo propiedades privadas y comerciales, supone el 220% de su PIB, convirtiendo al sector en el segundo más grande, en términos nominales, del mundo.
Por todo ello, a los inversores les ha sorprendido que, mientras un sector tan importante para la economía del país se enfrenta a una crisis de liquidez premeditada, el Gobierno se haya mantenido firme en su decisión de no proporcionar al inmobiliario alivio regulatorio o crediticio.
"Teniendo en cuenta el contexto actual, Pekín podría seguir ejerciendo cierta presión sobre el sector inmobiliario o al menos retener los estímulos hasta que se purguen los riesgos de la burbuja. La incertidumbre de los inversores radica en cuánto tiempo más Pekín "mantendrá la cabeza bajo el agua" en este sector", afirman Li Jen y Deng.
En esta línea, "una implosión de la economía china no estaría en absoluto predestinada, ya que Pekín sigue teniendo el control sobre cuánto 'dolor' se inflige al sector inmobiliario", agregan los analistas.
ENDEUDAMIENTO EN EL PAÍS
En relación al rendimiento del sector inmobiliario, las ventas de las viviendas nuevas están disminuyendo en 2023 junto a los precios de los domicilios de segunda mano, que también han bajado a excepción de las ciudades de mayor magnitud, como Pekín y Shanghái.
Asimismo, desde Eurizon destacan "las 'tres líneas rojas' que hacen referencia al conjunto de límites de endeudamiento impuestos por el gobierno chino en agosto de 2020 a las compañías inmobiliarias del país. Se implementaron con el fin de controlar el endeudamiento excesivo en el sector y reducir así los riesgos financieros asociados a él".
Otra de las características de China es que las empresas públicas del país han sido históricamente más conservadoras que las privadas, lo que las lleva a tener menos problemas de impagos si se comparan entre sí.
Con respecto al endeudamiento del país, "a pesar de su alta deuda corporativa, China se considera en una mejor posición que otras regiones para poder gestionarla", concluyen Li Jen y Deng.