DWS confía en los bonos corporativos: "Seguirán beneficiándose de una sólida demanda"
Sus expertos consideran que los altos rendimientos contribuyen a su atractivo continuo
La delicada situación política que atraviesa Francia desde que se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo ha desatado tal volatilidad en el mercado de bonos corporativos que los inversores han puesto en duda su atractivo. Pero nada más lejos de la realidad. Los estrategas confían en que las aguas volverán a su cauce y que los altos rendimientos seguirán contribuyendo a mantener su buena forma.
Al menos así lo creen en la gestora alemana DWS. "En nuestra opinión, la tendencia bajista parece no haberse roto definitivamente. Ni siquiera el elevado volumen de nuevas emisiones parece estar afectando la solidez del mercado".
Es más, indican que "en términos de rendimientos, los bonos corporativos siguen siendo bastante atractivos. Esperamos que los inversores vuelvan a centrarse en los fundamentos sólidos, una vez que se disipe la reciente volatilidad y el mercado retome su senda de solidez".
Cabe destacar que los bonos corporativos son títulos de deuda emitidos por empresas para captar fondos en los mercados de capitales. Esto los distingue de los préstamos de las instituciones financieras.
Para los inversores, las principales ventajas de los bonos corporativos son unos rendimientos más elevados, en comparación con los bonos del Estado, debido al aumento de la prima de riesgo, pero con una volatilidad y un riesgo (normalmente) menores en comparación con la renta variable.
"Observando la evolución de los diferenciales de los bonos corporativos en los últimos meses, creemos que la tendencia hacia niveles más ajustados refleja el hecho de que este segmento del mercado parece actualmente muy sólido, a pesar de la evolución negativa del mercado y del elevado volumen de nuevas emisiones desde principios de año", remarcan en la firma.
Los posibles factores de perturbación están siendo ignorados casi por completo, a pesar de que el nerviosismo inducido por Francia ha provocado recientemente una ligera ampliación de los diferenciales.
"Esto se debe a que los inversores parecen convencidos de que ningún factor potencialmente negativo emergente es capaz de perturbar el panorama actual. El riesgo de recesión se está descartando gradualmente, mientras que, al mismo tiempo, la bajada de los tipos de interés parece todavía un hecho, incluso aunque el calendario de los recortes de tipos se esté retrasando cada vez más", explican estos expertos.
Aunque estos dos pilares fundamentales de la evaluación del mercado se ponen constantemente a prueba, para DWS el sentimiento sigue siendo positivo y hay pocos indicios de un cambio inminente. Sin embargo, advierten que los diferenciales ya están bastante ajustados, y eso es motivo de cautela en los bonos corporativos en general.
RIESGOS Y NUEVAS EMISIONES
Los conflictos de Ucrania y Oriente Medio han puesto de manifiesto la elevada tolerancia al riesgo de las tensiones geopolíticas. Un hecho que refleja, probablemente, la poca volatilidad que han mostrado recientemente los precios de las materias primas.
"Una vez más, existe un riesgo real de que se pasen por alto acontecimientos que son importantes para los bonos corporativos, ya que el reciente rendimiento muy positivo oscurece la visión del mercado", subrayan desde la gestora alemana.
En cuanto a la evolución de las calificaciones, el entorno sigue siendo bastante sólido para los emisores de ambos lados del Atlántico.
"En el segmento IG, seguimos observando bastantes más mejoras de calificación que rebajas, aunque esta proporción se ha deteriorado ligeramente en los últimos meses", remarcan en DWS.
Respecto a la emisión de nuevos bonos IG, esta ha sido muy fuerte desde el comienzo del año. A excepción de los récords establecidos en 2020, los volúmenes son mayores que en años anteriores. Queda por ver si el ritmo de emisión mantendrá estos fuertes niveles, pero la demanda es estable y probablemente asegurará que no ocurra una desaceleración significativa, al menos en el futuro próximo.
"En algunos casos, la actividad del mercado incluso sugiere que los altos volúmenes de nuevas emisiones no son suficientes para satisfacer la demanda. Con este trasfondo, los diferenciales probablemente seguirán bien sostenidos", comentan los analistas.
DIFERENCIALES Y RENDIMIENTOS
Después de alcanzar máximos intermedios en octubre de 2022, y luego nuevamente en marzo de 2023, la dirección es clara y los diferenciales en los bonos corporativos IG se están ajustando.
Este ritmo de ajuste, sin embargo, ha disminuido notablemente en las últimas semanas y debido a la situación en Francia, incluso se ha producido un ligero contratiempo.
"Asumimos que una reversión prolongada de la tendencia no es algo que debamos temer a día de hoy. En cambio, esperamos un retorno de los diferenciales a su camino de estrechamiento una vez que la nerviosidad del mercado actual se calme", aseveran en DWS.
Por otro lado, hay que señalar que los rendimientos están aún en niveles muy atractivos, dado que los de la deuda pública han subido significativamente desde 2022. Especialmente en EEUU, donde han tendido a subir ligeramente en los últimos meses, ante la disminución de las expectativas de recortes de tipos de la Fed, mientras que en Alemania se ha producido más bien una consolidación.
"Esto ayuda a contrarrestar los diferenciales bastante caros y significa que los bonos corporativos siguen siendo atractivos, tanto en EEUU como en Europa", valoran desde la entidad.
Con relación a los segmentos individuales del sector de bonos corporativos, los diferenciales de las empresas financieras siguen mostrando una prima significativa, pero ésta se ha reducido desde mediados del año pasado.
"Creemos que las perspectivas para el sector financiero siguen siendo buenas, especialmente a la luz de los recortes de tipos previstos y la probable evolución de los rendimientos, aunque naturalmente se ha producido una reacción más pronunciada, especialmente con los diferentes 'papers' de los últimos días", dicen los estrategas germanos.
Por tanto, "preferimos las empresas financieras a otros bonos corporativos, también porque los bancos han seguido una tendencia de calificación positiva desde hace varios años. No obstante, no debemos pasar por alto la evolución de la situación en Francia, especialmente en lo que respecta a las empresas financieras", concluyen en DWS.