AXA IM: "China corre cada vez más el riesgo de caer en una trampa deflacionista"
El gigante asiático necesita estímulos que impulsen su recuperación económica
Actualizado : 11:14
China es el centro de atención del mercado. La débil recuperación económica del gigante asiático después de la pandemia hace temer que su desaceleración pueda tener un "efecto dominó" en la economía global, tal y como ha alertado la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. A ello hay que sumarle que el riesgo de deflación planea sobre el país.
"Mientras Occidente debate si tiene sentido elevar su objetivo de inflación, China corre cada vez más el riesgo de caer en una trampa deflacionista", afirma Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers (AXA IM).
El índice de precios al consumo (IPC) de junio se situó en el 0% interanual tras el 0,2% de mayo; mientras que los precios de producción descendieron un 5,4% interanual, después de una lectura ya muy negativa del -4,6% en mayo.
La publicación de estos datos hizo saltar las alarmas y Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres, ya advirtió que China se acercaba "a la deflación".
Al igual que Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, quien indicó que "la inflación china fue inesperadamente baja en junio (...). Los esfuerzos chinos por impulsar la economía y la inflación no están funcionando".
La deflación suele ser el síntoma de un déficit de demanda agregada. En el caso chino, el país sigue pagando el precio de su negativa a estimular el consumo al salir de la pandemia.
Además, el difícil mercado laboral, donde el desempleo juvenil continúa aumentando (20,8% en mayo frente al 20,4% en abril), pone de manifiesto las dificultades de la economía.
"En el frente exterior, China se enfrenta al desplome global de la actividad manufacturera. Las exportaciones cayeron un 12,4% interanual en junio. La actual atonía de la economía china queda patente en las encuestas. El PMI manufacturero lleva meses revolcándose en territorio de contracción o cerca de él, pero el deterioro es ahora también evidente en los servicios, aunque desde un nivel de partida más alto", analiza Moëc.
En medio de este escenario, los expertos coinciden en que China necesita estímulos, aunque hasta ahora las autoridades han sido muy prudentes.
Por ello, todas las miradas están puestas la reunión del Politburó que se celebrará a finales de este mes de julio y en la que se dice que el Gobierno presentará un paquete de apoyo fiscal polifacético.
¿SERÁ EL ESTÍMULO ABRUMADOR?
A pesar de que las esperanzas del mercado están puestas en la reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, las expectativas no son muy halagüeñas.
Magdalene Teo, analista de renta fija de Asia de Julius Baer, cree que "es probable que el estímulo que se anunciará a fines de julio decepcione, ya que el Gobierno ha indicado que implementará una política fiscal de apoyo con prudencia".
En este sentido, la estratega de Julius Baer agrega que "la mayoría de los economistas ya han ajustado su expectativa de que el estímulo podría ser decepcionante. Los enfoques graduales destinados a revivir el impulso de crecimiento menguante, como reducir la tasa de interés de los préstamos en 10 pb o extender el apoyo crediticio para aliviar el mercado inmobiliario en las ciudades de nivel inferior, hasta ahora no han logrado entusiasmar a los inversores, ya que es poco probable que muevan la aguja por falta de demanda de inversión".
Sin embargo, estimular directamente el consumo no está exento de dificultades, puesto que cualquier acción sobre los ingresos podría acabar siendo engullida por el sector inmobiliario, que las autoridades quieren evitar espolear de nuevo.
"A este respecto, el planteamiento de las autoridades se centra en mitigar los daños 'pidiendo' a los bancos estatales que se muestren más indulgentes y retrasen aún más la devolución de los préstamos de los promotores", asevera el experto de AXA IM.
Para Teo, "China enfrenta limitaciones debido al debilitamiento de las finanzas de los gobiernos locales y la dificultad de encontrar proyectos de infraestructura donde el valor económico supere el coste de un proyecto. La estabilización del sector inmobiliario sigue siendo clave para apoyar la recuperación económica".
Con todo, es posible que el margen de maniobra de China no sea tan amplio como suele pensarse.
"Bien porque la carga financiera real soportada por el Gobierno -en diversas formas- no es necesariamente tan diferente de la que se observaría en las naciones desarrolladas, bien por las dificultades para diseñar un estímulo que no acabe agudizando los riesgos internos para la estabilidad financiera", concluye Moëc.