Las sicav de la familia Del Pino crecen el doble que las siguientes

Renta 4 es la segunda entidad que más dinero capta, y Banca March la que más pierde en sicav

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Bolsamania | 13 nov, 2019

Actualizado : 15:45

Las sicav prosiguen con su lento declive. A cierre de septiembre, tenían 28.831 millones de euros en activos bajo gestión, un 5,9% más que en 2018. Pero este crecimiento patrimonial esconde una dura realidad: está siendo el efecto mercado el revitalizador, puesto que en el año acumulan 591 millones en reembolsos netos. El negocio va a menos. Salvo para unas pocas entidades. En concreto, las sicav de la familia Del Pino, que crecen el doble que las siguientes, de Renta 4.

En los primeros nueve meses del año, Casa Grande de Cartagena, el ‘family office’ de la familia Del Pino (ligada a Ferrovial, la cotizada española de infraestructuras, construcción y servicios), suma entre todas sus sicav más de 38 millones en captaciones netas, el doble que las siguientes, de Renta 4, con 19 millones en el año, según los últimos datos públicos de VDOS.

Son las dos entidades que mantienen el pulso comercial de las sicav, aunque por diferentes vías. Casa Grande de Cartagena ingresa el nuevo patrimonio generado por los Del Pino en su negocio de Ferrovial y otras actividades, mientras que las sicav de Renta 4 proceden de distintos clientes VIP, entre ellos grandes empresarios, profesionales liberales, financieros, deportistas o artistas. Aun con todo, la sicav que más flujos de dinero atrae en el ejercicio es Patrimonio de Valores (23 millones), gestionada por Santander Private Banking.

En el lado opuesto de la balanza, Banca March continúa retrocediendo en sicav. Tiene a falta de un trimestre para cerrar el 2019 más de 270 millones de salidas netas, más de tres veces superiores a las pérdidas de Augustus Capital, donde está la sicav del ex presidente de Telefónica, César Alierta. Respecto a esta segunda, en octubre, la suiza Preon Capital -vinculada al 'business angel' finlandés Jari Ovaskainen- se hizo con el 34% de su accionariado, una operación fraguada tras la marcha de Carlos Val-Carreres a Self Bank.

En cuanto a March, sigue acusando las salidas de banqueros privados de los últimos años, que se llevan clientes de sicav a las entidades por las que fichan, aunque también está redireccionando parte del dinero en este nicho de negocio a sus nuevas carteras discrecionales de fondos y a su nueva cartera temática, según ha explicado la entidad balear en varias ocasiones. Entre las cinco sicav con mayores reembolsos netos hasta septiembre, están las tres sicav institucionales de March: Torrenova de Inversiones, Cartera Bellver y Lluc, con salidas netas de entre 98 y 30 millones. No obstante, Torrenova mantiene el liderazgo como la sicav más grande de España y la única por encima de los 1.000 millones de patrimonio. Hoy roza los 1.110.

LAS SICAV, EN PELIGRO TRAS LA COALICIÓN PSOE-UNIDAS PODEMOS

Las sicav han vuelto a perder el suelo de los 30.000 millones y están presionadas desde 2015, cuando en las elecciones generales que tuvieron lugar en diciembre de ese año todos los grandes partidos en liza propusieron modificar de una u otra forma el régimen de estas sociedades de inversión para grandes fortunas. Para garantizar un mayor control de las sicav, el PSOE proponía en ese momento hasta tres iniciativas: establecer un porcentaje de participación máxima para cada inversor, valorar la fijación de un periodo de permanencia máximo de las plusvalías acumuladas sin que tributen y dotar legalmente a Hacienda de competencias para supervisar e inspeccionar a las sicav. Por su parte, el plan de Podemos pasaba porque dejaran de tributar al 1% y su tributación se equiparara al impuesto de patrimonio, aplicándose el tipo máximo contemplado por dicho impuesto, y la formación morada también estaba en línea con los tres puntos anteriores del PSOE.

Ahora, con el preacuerdo de Gobierno de coalición progresista que han firmado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras el 10N, es probable que se recuperen algunas de estas propuestas, y hará que mengue aún más si cabe el negocio de las sicav en España, que no ha dejado de estar en el punto de mira en los últimos cuatro años.

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