Dudas en los fondos españoles: la renta fija arrasa en captaciones, pero el resto se desangra
La confianza del inversor español, en negativo por primera vez desde 2016, según JPMorgan AM
- Los fondos de bonos captan 8.900 millones, pero ocho categorías de diez tienen reembolsos
De no ser por el miedo de los españoles al riesgo y su íntima conexión con la renta fija, los fondos en España podrían decir a día de hoy que el 2019 ha sido un año perdido en cuanto a captaciones. Aunque la rentabilidad de los activos financieros está acompañando -en algunos casos, incluso, es de doble dígito-, lo cierto es que, categoría a categoría, las salidas de dinero son mayores que las entradas por el miedo reinante a la recesión. Los fondos de bonos son los que están soportando el mercado, con prácticamente 8.900 millones de euros en suscripciones netas.
Los fondos españoles cierran octubre con unas captaciones netas de 149 millones en conjunto, según el último avance mensual de Inverco. Han logrado darle la vuelta ‘a la tortilla’, ya que hasta hace pocas semanas lo que aglutinaban eran reembolsos netos. Hoy, gestionan 271.135 millones, un volumen de activos un 5,3% superior (13.620 millones más) respecto a diciembre de 2018, gracias al efecto positivo del mercado y la revalorización de los activos. Pero la dinámica interna es preocupante. Se están desangrando.
De la decena de categorías generales de inversión -sin la inversión libre o ‘hedge funds’- que establece Inverco, ocho pierden dinero. En especial, los fondos globales, el retorno absoluto, la gestión pasiva -rentabilidad objetivo sin garantizar- y los fondos de bolsa española, con salidas netas que oscilan entre los 2.815 millones y los 1.306 millones. Únicamente los fondos de renta fija salvan el tipo, junto con los fondos de bolsa internacional, que captan más de 840 millones hasta octubre.
Ni tan siquiera el buen rendimiento que están dando estos productos durante el 2019 está sirviendo de acicate. De media, suben un 5,7%. La categoría que menos gana, la renta fija, sube un 1,7%, mientras que la renta variable internacional se dispara un 15,6%, empujada por los fondos que invierten en Wall Street. El clima de pre-recesión paraliza a los inversores, que prefieren renunciar a más rentabilidad con tal de amarrar algo que sea considerado como predecible o "seguro". El entorno de tipos bajos, que se prolongará por unos años más con Lagarde en el BCE, le ha dado una vida extra a la renta fija en cuanto a flujos de capital se refiere.
LA CONFIANZA DEL INVERSOR, EN NEGATIVO POR PRIMERA VEZ DESDE 2016
Lo pone de manifiesto el último índice de confianza que elabora JPMorgan Asset Management. La incertidumbre política y económica hace retroceder la confianza del inversor español y la ha puesto en negativo por primera vez desde 2016. Tras 11 trimestres consecutivos en positivo, este indicador cayó entre julio y agosto más de un punto con respecto al trimestre anterior y se ha quedado en -0,27. Se cierra así el período más largo de optimismo inversor desde que la gestora americana comenzó a realizar esta encuesta en 2007.
Casi un 35% de los pesimistas indica la ausencia de un gobierno estable y la convocatoria de elecciones para el 10N como razón de su opinión negativa, diez puntos más que hace nueve meses, y hasta un 33% la achaca a su percepción sobre la situación económica, en pleno frenazo. Destaca el crecimiento del Brexit como causa de dicha percepción pesimista, que pasa de algo menos del 7% hace tres meses a superar el 17% ahora.
Es tan grande la cautela, que también por primera vez desde 2016 los inversores españoles creen que la bolsa española y las europeas se comportarán peor que la estadounidense y las asiáticas en el próximo medio año.