'Boom' de los fondos garantizados: ¿son tan interesantes como nos venden?
Morningstar ve dos tipos de riesgos en estos productos financieros tan en boga actualmente
La subida de los tipos de interés ha llevado a los fondos garantizados a convertirse en uno de los productos estrella del sistema financiero español. Así, en el pasado mes de septiembre, los ahorradores de nuestro país dedicaron nada menos que 750 millones de euros a este tipo de fondos, lo que supone un récord de captación en dicho vehículo de inversión en los últimos diez años.
Según comentan los expertos de Morningstar, el renacer de los garantizados es hasta cierto punto normal. “En un entorno de tipos de interés muy bajos, el fondo garantizado no puede garantizar nada; sin embargo, ahora que el precio del dinero está repuntando, estos productos pueden ofrecer algo de rentabilidad a sus clientes”, explican.
Además, destacan, dicho auge se ha visto reforzado por la maquinaria bancaria, “que ha decidido colocar estos fondos en las carteras de sus clientes”. En este sentido, remarcan, “hay pocos inversores que realmente seleccionan un fondo garantizado para incluirlo en sus carteras de inversión”.
"NO ES UN PRODUCTO FÁCIL DE ENTENDER"
En opinión de Morningstar, los fondos garantizados, sobre el papel, “son productos razonablemente interesantes”. Y para justificar su visión, toman como ejemplo los fondos garantizados de renta variable, aquellos que garantizan un tipo de interés fijo más un variable que se paga en función de la evolución de un índice o de una cesta de valores. “La idea no es mala, sino todo lo contrario”, afirman desde la entidad.
“¿Quién no va a invertir en bolsa con una rentabilidad mínima garantizada?”, se preguntan. “El problema con los garantizados –prosiguen- no radica tanto en la construcción del producto, sino en su venta”. En este sentido, señalan que no es un producto fácil de entender y que se suele ofrecer a inversores poco experimentados: “hay fondos garantizados que garantizan la subida punto a punto del índice (desde el punto inicial al final), otros que toman una media... no son conceptos evidentes para todo el mundo”.
DOS TIPOS DE RIESGOS
Además, consideran que hay dos tipos de riesgos que no se exponen con claridad al suscriptor del fondo. El primero que ven es el de la disponibilidad. “Al que contrata un fondo garantizado se le tiene que advertir que, si por cualquier circunstancia, necesita recuperar su dinero, podrá hacerlo, pero pagando una comisión de reembolso que probablemente haga que pierda dinero con su inversión”.
En segundo lugar, estos expertos creen que existe un riesgo de oportunidad. “El que invierte en un fondo garantizado debe mantener su inversión hasta el vencimiento (si no quiere pagar una comisión de rescate) y eso supone renunciar a una posible rentabilidad más alta en otro tipo de producto”, indican.
Con todo, concluyen desde Morningstar, “no hay tipos de fondos malos y buenos o categorías de fondos malas y buenas, sino que corresponde al inversor entender las características de cada producto y ver si encaja con su perfil de riesgo, su horizonte temporal o su situación personal”.