"Hasta que la inflación no baje es improbable que la renta variable toque fondo"
Los expertos advierten de un elemento añadido de tensión para las bolsas: la temporada de resultados
Actualizado : 09:13
En el actual escenario macroeconómico marcado por la subida constante de la inflación y el riesgo de recesión, aún no se puede hablar de una posible recuperación en la renta variable. Así lo creen los expertos de Loomis Sayles, gestora de Natixis IM, que consideran que "hasta que la inflación no tienda a bajar, es improbable que la renta variable toque fondo".
Según Craig Burelle, analista senior de estrategias macro de Loomis Sayles, la incertidumbre macro y la voluntad de la Reserva Federal (Fed) de seguir endureciendo la política monetaria hasta que se produzca una recesión probablemente seguirán alimentando la volatilidad en la renta variable.
De cara al segundo semestre, sus previsiones son claramente pesimistas para las bolsas, especialmente si se suma el elemento añadido de los problemas que puedan aparecer en la temporada de resultados empresariales.
"A nivel mundial, las estimaciones de beneficios de consenso se han mantenido hasta ahora, pero es probable que se vean presionadas si la actividad económica se ralentiza", advierte. "Si las estimaciones de beneficios comienzan a disminuir, los mercados podrían no estar tan baratos como parecen actualmente, lo que podría ser un riesgo importante para el rendimiento futuro de los mercados de renta variable mundiales (…)", añade tajante.
No obstante, también hay cierto margen para el optimismo: “Creemos que existe un importante potencial alcista en la renta variable mundial si la inflación se enfría y se evita la recesión”, comenta Burelle.
LOS RIESGOS
El analista de Loomis Sayles enumera los principales riesgos del escenario de mercados. En primer lugar, se refiere a la caída en recesión, en este caso de la economía de EEUU, si la Fed continúa endureciendo sus políticas. "El resto del mundo podría verse sometido a una importante presión" si esto sucede, explica.
En segundo lugar, apunta que no está claro si los precios de las materias primas disminuirían de forma sustancial en caso de recesión. "Un acontecimiento de este tipo tendría implicaciones para la inflación", afirma.
El tercer lugar, explica que, aunque las valoraciones de la renta variable se han corregido sustancialmente, lo han hecho desde niveles elevados. En su opinión, ese elevado punto de partida sugiere que es probable que se produzcan más caídas en la fase de desaceleración.
En cuarto lugar habla de los resultados empresariales mencionados más arriba y avisa de que, si las estimaciones futuras de las compañías empiezan a debilitarse, es probable que se vean caídas en el crédito y la renta variable.
Asimismo, Craig Burelle comenta que, pese a que las expectativas de rebajas de calificación y de impagos han sido moderadas, podrían aumentar sustancialmente si la fase de desaceleración se produce de forma abrupta. Además, advierte de que, si el poder de fijación de precios de las empresas sigue siendo fuerte, no es probable que los precios al consumo disminuyan.