Schroders: "El actual mercado bajista casi ha agotado su recorrido de caída"
Aunque esta gestora prevé que la elevada volatilidad se mantenga un tiempo.
Aunque es probable que los mercados sigan siendo volátiles, hay luz al final del túnel para los inversores, según afirman desde la gestora Schroders en sus previsiones para 2023.
Según esta firma, existen temores legítimos de que las medidas de los bancos centrales no sean suficientes para contrarrestar las crecientes demandas salariales y se habla de una vuelta a la estanflación (crecimiento estancado/alta inflación) de los años 70.
Sin embargo, aunque el shock de los precios de 2022 es, en cierto modo, comparable al de aquella época, es notable que la inflación subyacente ya parece estar moderándose. Es probable que esto continúe en los próximos meses, ya que la relajación de las cadenas de suministro, el aumento de los costes de los préstamos, la reducción de los ingresos de los consumidores y la caída de los precios de la vivienda sirven para enfriar la economía global y frenar la demanda.
En este contexto, Schroders señala que es previsible que las demandas salariales también se moderen. Y aunque parece improbable un retorno al desempleo masivo, es totalmente posible que un aumento de las vacantes, unido a un modesto incremento del número de participantes, limite los costes salariales en el futuro.
TEMOR INFUNDADO A UNA PROFUNDA RECESIÓN
En su opinión, una desaceleración económica parece inevitable dado lo anterior, pero los temores de una profunda recesión pueden resultar infundados, al menos en algunos países. Porque con un desempleo tan bajo, los consumidores están en mejores condiciones de soportar el aumento de los costes. Y las medidas gubernamentales de apoyo a las facturas energéticas también amortiguan ese impacto.
El panorama es similar en el sector empresarial, donde el apalancamiento es relativamente bajo y de duración superior a la media.
En general, lo anterior sugiere para Schroders que, aunque los retos económicos materiales siguen existiendo, la inflación puede estar menos arraigada y la recesión económica ser menos grave de lo que muchos prevén. Esto es potencialmente más probable en Estados Unidos, que es energéticamente más autosuficiente, se beneficia sustancialmente del hecho de que casi todas las principales materias primas se cotizan en dólares estadounidenses y tiene una inmigración positiva. En Europa, incluido Reino Unido, el panorama es desgraciadamente mucho más complicado.
CAÍDA DE LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES
Con o sin recesión, para esta gestora las estimaciones de beneficios tendrán que bajar. Una de las características interesantes del actual ciclo de mercado es que, mientras que los precios de las acciones se han desplomado, los beneficios se han mantenido hasta ahora notablemente sólidos. La razón de ello es la fijación de precios, que ha permitido a las empresa subir los precios en 2022.
Sin embargo, para muchas empresas es sólo cuestión de tiempo que la elasticidad negativa entre en acción y la demanda empiece a caer. Los primeros indicios de empresas como Amazon y Target en Estados Unidos, o M&S, H&M y Primark en Europa, sugieren que los consumidores ya están recortando sus gastos.
Por ello, es probable que los ingresos y los márgenes (excluyendo a las empresas energéticas) se reduzcan en 2023, lo que creará un verdadero ciclo de reducción de beneficios que aún no se ha descontado del todo.
MERCADO BAJISTA CASI AGOTADO
En este escenario, Schroders considera que encontrar el suelo puede sonar contradictorio dado lo anterior, pero su opinión es que el actual mercado bajista casi ha agotado su recorrido a la baja. Aunque con la advertencia de que es probable que la elevada volatilidad se mantenga un tiempo.
El consenso de los beneficios por acción del S&P 500, de 225 y 235 dólares, sigue pareciendo algo elevado y, esperamos que se revise a la baja de forma constante en los próximos meses y que el mínimo se produzca en el tercer trimestre de 2023.
Pero los mercados bursátiles siempre miran hacia delante y, suelen descontar un mínimo en los beneficios entre seis y nueve meses antes del mínimo real. Esto sugiere que el reciente rebote de los mercados mundiales de renta variable (el índice Dow tuvo en octubre su mejor mes desde 1976) no carece de lógica, aunque creen que este rebote es una especie de falso resurgir.
A muy corto plazo, Schroders señala que es posible que se produzcan nuevas decepciones, a medida que las presiones sobre la rentabilidad se hagan más evidentes.
RIESGO Y RENTABILIDAD
Tras este análisis, la gestora observa se centra en empresas que pueden prosperar en un entorno difícil y hacerlo con un nivel de riesgo razonable. Por ejemplo, mencionan compañías centradas en la inversión en energías renovables, la deslocalización o el traslado de las instalaciones de producción, el apoyo a nuevos métodos de producción de alimentos o la protección de industrias de carácter estratégico como los semiconductores, el software o la biotecnología. Porque una especie de polarización entre Occidente y Oriente parece inevitable en estos ámbitos.