El oasis del mercado: Ethenea cree que la recesión podría llegar después de 2021
Michael Blümke, cogestor del famoso fondo Ethna-Aktiv, cuenta su estrategia de inversión en este contexto
- Los inversores se encaminan hacia una calle sin salida: comprar acciones caras, sí o sí
Actualizado : 15:58
El consenso de los gestores estima que la próxima recesión tendrá lugar en 2020 ó 2021, aunque hay voces que muestran un rayo de esperanza a los inversores. Una de las más optimistas es la gestora luxemburguesa Ethenea, responsable del famoso fondo Ethna-Aktiv. Uno de sus cogestores, Michael Blümke, no descarta que la recesión llegue después de 2021 o, incluso, que no haya una recesión tras el fin de ciclo, y asegura que “el final del ciclo no puede predecirse con exactitud”.
A corto plazo, Ethenea considera que la probabilidad de que se produzca una recesión mundial este año es “baja”. El escenario central que manejan sus expertos a medio y largo plazo es un “crecimiento moderado con una inflación baja”. Con estas afirmaciones, están en línea con el consenso del mercado, aunque se desmarcan del resto de gestores al abrir la puerta a un retraso de la tan temida recesión o a la posibilidad de que ni tan siquiera llegue a haberla: “La economía mundial se encuentra todavía en las últimas etapas de un ciclo económico cuyo final no puede predecirse con exactitud”, asevera Blümke. Aun así, desde la firma también da probabilidad al escenario central del mercado de que llegue en 2020 ó 2021.
El 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers, uno de los mayores bancos de inversión de Estados Unidos, se declaró oficialmente en bancarrota tras 158 años de actividad, generando así una crisis financiera de gran calado a lo largo y ancho del mundo. Desde el 6 de marzo de 2009, cuando Wall Street hizo suelo, el S&P 500 se ha revalorizado en un 338% y las bolsas americanas han registrado 11 años de continuas subidas. Este escenario ha conducido a los inversores a un nuevo panorama de incertidumbre y contradicciones sobre en qué momento tendrá lugar el fin de este ciclo de crecimiento.
Noticia relacionada
"Estamos nadando en una piscina de gasolina y subir tipos sería echar una cerilla"Factores como los índices de compras, la confianza de los consumidores y una curva de rendimiento invertida en la deuda de EE.UU. apuntan hacia un debilitamiento del crecimiento mundial. Pero el cambio de rumbo de la Fed, de la que se espera una bajada de tipos a corto plazo, y la “inesperadamente” más positiva temporada de resultados empresariales del primer trimestre han supuesto “un alivio significativo de la situación”, según la boutique de fondos.
Con este contexto, Blümke cree que, hasta que se encuentre una solución, una nueva escalada de tensión en la guerra comercial entre EE.UU. y China sigue siendo “el riesgo más probable”. Pero el gestor se guarda ‘un as en la manga’: los bancos centrales. “Dados los anuncios que han hecho anteriormente, consideramos arriesgado que los bancos centrales hagan un uso excesivamente cauto de sus medidas de política monetaria”. De nuevo, Ethenea lleva la contraria al consenso de los gestores y da credibilidad a fuertes bajadas de tipos u otras herramientas expansivas de choque.
COMPRAR ACCIONES CARAS, SÍ O SÍ
Sus gestores esperan un aumento de la volatilidad próximamente. En su fondo estrella, el Ethna-Aktiv, apuestan por reducir la volatilidad inducida por la renta variable y, al mismo tiempo, seguir beneficiándose de la caída de los tipos de interés estadounidenses, lo que revaloriza los bonos. De esta forma, están reduciendo su exposición a bolsa y ampliando aún más si cabe la duración de su renta fija. También prevén que la asignación del oro en el fondo será cada vez “más importante y atractiva”, debido a los bajos tipos de interés reales.
Pero, en lo que respecta a las bolsas, su retirada es solo temporal. En cuanto la incertidumbre que rodea a la guerra comercial se calme, aumentarán de nuevo su exposición a las acciones. Incluso, pronostican que en un entorno de tipos de interés globalmente bajos y de crecimiento moderado, “es probable que en el futuro haya pocas alternativas a la renta variable”. De hecho, augura Blümke, “a largo plazo, esto probablemente dará lugar a múltiplos de valoración significativamente más altos”. Los inversores se encaminan hacia una calle sin salida: tendrán que comprar acciones más caras, sí o sí.