Indexa Capital: "La gestión pasiva no empeora las caídas del mercado"
Sin embargo, voces críticas entre las gestoras echan por tierra su rol en esta parte del ciclo
- Fue uno de los grandes debates en el VI Encuentro EFPA de Asesores Financieros en Sevilla
Actualizado : 12:06
La concepción mayoritaria sobre la gestión pasiva de fondos y ETF es que, al replicar índices por capitalización, los infla aún más si cabe cuando suben y los desinfla de más cuando bajan. Y ahora, precisamente, el mercado está en este segundo punto. Pero roboadvisors como Indexa Capital aseguran lo contrario: “No empeora las caídas del mercado”.
En el VI Encuentro EFPA de Asesores Financieros en Sevilla, Unai Ansejo, consejero delegado del gestor automatizado español, lanzó un mensaje a todos aquellos inversores que empiezan a desconfiar de los productos indexados en este punto avanzado del ciclo, con los mercados cayendo y, según algunos expertos, al borde de una recesión en 2019 o 2020.
“Los roboadvisors no exacerban los ciclos. Al revés, hacen que los ciclos sean más suaves. Por ejemplo, nosotros rebalanceamos las carteras de la siguiente forma: si un activo cae mucho y otro no, el sistema vende del que ha caído menos y compra del que ha caído más. Y esto es algo opuesto a lo que haría un inversor asustado”, argumenta Ansejo. Pero muchos profesionales ponen en tela de juicio que toda la gestión pasiva funcione así y no al revés.
Las voces críticas y las dudas sobre la gestión pasiva cada vez son más. Patricia de Arriaga, subdirectora general de Pictet Asset Management en España, no se muestra contraria a los fondos pasivos per se, ya que cumplen una función de abaratamiento y sencillez de entrada al mercado para muchos inversores, pero sí cuestiona su uso indiscriminado por el factor precio en estos momentos. “En esta última fase del ciclo, hay mucha dispersión de valoraciones. Eso da mucho campo a los gestores activos, sobre todo en estrategias de valor relativo”, explica.
EL BOOM DE LAS FINTECH Y LA GESTIÓN PASIVA
En España, existen unas 300 empresas consideradas como fintech, de las cuales el 20% están dedicadas a la inversión, y una buena parte a la gestión pasiva. Como recuerda Ignacio Cea, director corporativo de Estrategia, Innovación Tecnológica y Ciberseguridad de Bankia, el año pasado se invirtió unos 20.000 millones de euros en el sector de las fintech en su conjunto en España.
“Aproximadamente, ya es lo que vale un banco en bolsa. Es significativo. Tras Reino Unido y Alemania, los que más hemos invertido en fintech somos España”, pone en contexto el directivo de Bankia, quien cree que la relación idónea entre bancos y start-ups fintech es la de la colaboración, mejor que la toma de participación por parte del banco en su capital o la copia de sus servicios.
Pero, de nuevo, las voces críticas salen a la palestra, por los supuestos bajos precios y la fácil comprensión de los fondos indexados y los ETF, catalizadores de la revolución fintech entre el gran público. Según Sebastián Velasco, director general de Fidelity para España y Portugal, “la gestión pasiva no es tan barata”, ya que “hay ETF de bolsa americana con sesgo quality que cuestan 50 puntos básicos”. Y tampoco es tan simple: “Muchos selectores de fondos dicen que tardan más en realizar las due diligences de ETF que de fondos activos”. El debate está servido.