Flossbach von Storch: "Siempre hemos evitado las acciones de los grandes bancos europeos"
"Su modelo de negocio y su estructura de balance nos parecen demasiado complejos"
Philipp Vorndran, estratega de mercados de Flossbach von Storch, señala, sobre las caídas que están registrando los bancos europeos, que "siempre hemos evitado las acciones de los grandes bancos europeos. Porque su modelo de negocio y su estructura de balance nos parecen demasiado complejos".
"O dicho de otro modo", añade este experto. "Sencillamente no nos vemos en condiciones de sopesar las oportunidades y los riesgos de una inversión. Así que es mejor no invertir, aunque esto signifique que nos quedemos rezagados con respecto al mercado en determinadas fases del mismo o que nos perdamos supuestas tendencias. Son precisamente los últimos días los que han reforzado nuestra postura".
Según Philipp Vorndran, lo que estamos observando y viviendo estos días, la quiebra de Silicon Valley Bank o la absorción de emergencia de Credit Suisse, "son más bien 'daños colaterales' de la política significativamente más restrictiva de los bancos centrales, tras una larga fase de tipos de interés históricamente bajos. Un entorno al que muchos deudores se habían acostumbrado. El proceso de ajuste es ahora más doloroso. La lucha contra la inflación tiene su precio".
"La cuestión", añade, "es hasta qué punto puede llegar ese dolor, antes de que los bancos centrales consideren que el daño causado es mayor que el rendimiento de su estrategia antiinflacionista. Es muy posible que para entonces se hagan visibles nuevos daños. No es posible predecir con exactitud cuáles serán. Parece más fiable la valoración de que la lucha contra la inflación probablemente se perderá si los bancos centrales aflojan los 'frenos' antes de tiempo".
En su opinión, tanto el BCE como la Fed "se encuentran en un triple dilema: tienen que luchar contra la inflación sin poner en peligro la estabilidad del sistema financiero y sin paralizar completamente la economía. El Banco Central Europeo, como caso especial por así decirlo, debe además mantener unida la zona euro. Una tarea que difícilmente podría ser mayor. Lo que sirve para alcanzar un objetivo contrarresta el otro".
AUMENTA EL RIESGO DE CREDIT CRUNCH
Las últimas semanas han sido muy movidas. La crisis bancaria desatada tras el colapso de Silicon Valley Bank, Signature Bank y Credit Suisse ha disparado la aversión al riesgo en los mercados, los cuales temen que se desate un efecto dominó en el sector financiero. Las autoridades a uno y otro lado del Atlántico han tomado medidas para mitigar los efectos y garantizar los depósitos, algo que, en cambio, no ha impedido que “el riesgo de crisis crediticia haya aumentado considerablemente”.
Así lo cree Mike Wilson, director de inversiones y estratega jefe de renta variable estadounidense de Morgan Stanley, quien destaca que, si bien la garantía de depósitos no asegurados establecida por la Reserva Federal (Fed) y la FDIC contribuirá a aliviar nuevas retiradas masivas de depósitos, no impedirá que las ya estrictas normas de concesión de préstamos del sector bancario se endurezcan aún más. “Tampoco impedirá que aumente el coste de los depósitos, presionando así los márgenes netos de interés”, añade.
INCERTIDUMBRE SOBRE DEUTSCHE
Después de una semana marcada por la incertidumbre, pero más tranquila en cuanto a novedades relacionadas con la crisis bancaria, el viernes todo volvió a implosionar de nuevo de la mano de Deutsche Bank. Junto a Credit Suisse, Deutsche es probablemente el otro banco europeo que más problemas arrastra en los últimos años y seguramente por eso se ha convertido en el nuevo objetivo de esta crisis financiera.
“Más que una crisis bancaria, lo que estamos viendo es una pérdida de confianza en los bancos por una mala gestión en un contexto complicado’’, reconoce Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía. En este sentido, Generali Investmets considera que "tanto la quiebra de SVB como la absorción forzosa de Credit Suisse por UBS son el resultado de una mala gobernanza".
Esto, junto con un contexto de "normalización extremadamente rápida de la política monetaria", ha dado lugar a la perdida de confianza de los clientes, con la retira de sus fondos de las entidades consideradas débiles, afirman desde Generali.