"La bolsa sigue siendo atractiva a largo plazo, pero a corto no parece tan brillante"
Los expertos de DWS esperan unos "mercados nerviosos" en este 2023
"En un horizonte a largo plazo, la renta variable no ha perdido nada de su atractivo", pero "en un horizonte a corto plazo, el futuro no parece tan brillante". Son palabras de los expertos de DWS, que esperan ver en este 2023 unos "mercados nerviosos" y que siguen sobreponderando las bolsas europeas porque creen que siguen siendo "prometedoras".
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Vienen curvas: BofA ve una caída del 20% en la bolsa europea para mediados de 2023Tal y como explica Marcus Poppe, gestor de la cartera de renta variable global en la firma germana, a largo plazo las bolsas siguen siendo una inversión atractiva. "Se pueden paliar los efectos de una inflación elevada", y "a diferencia de otros activos, tienden a ser bastante líquidas incluso en tiempos de crisis, lo que permite a los inversores que han elegido los valores adecuados participar en los beneficios de la innovación", comenta.
Esas son las buenas noticias. Las malas son que a corto plazo las bolsas tienen ante sí diversas dificultades que afrontar. "Obviamente, los mercados intentan anticipar una recuperación antes de que haya llegado la desaceleración. Los primeros signos de ralentización deberían hacerse cada vez más visibles en los próximos seis a doce meses", advierte Poppe.
Bajo su punto de vista, la valoración de la renta variable estadounidense "sigue siendo demasiado alta", y avisa de que "los tiempos de crecimiento constante de los beneficios de dos dígitos de las acciones estadounidenses han terminado, al menos de momento". De hecho, cree probable que los fabricantes de teléfonos móviles y semiconductores vean incluso disminuir sus ganancias en 2023.
"Actualmente, el futuro parece algo más brillante en Europa", defiende el analista de DWS, que dice que precisamente por ese motivo siguen sobreponderando la renta variable del Viejo Continente. "Mantenemos nuestra valoración positiva del sector sanitario", afirma Poppe, que sin embargo remarca que "es demasiado pronto para apostar por un repunte de los valores cíclicos que tradicionalmente se benefician de una recuperación económica".
Los valores químicos fueron una excepción, explica. "Ya han tenido que hacer frente a un descenso significativo de los beneficios y ya están valorados bastante baratos. Si los precios de la energía y la electricidad siguen bajando, las empresas químicas son las que más se beneficiarán", augura Poppe.
CAUTELOSAMENTE OPTIMISTAS
"Tras un complicado 2022, somos cautelosamente optimistas con vistas al año 2023", señala por su parte Björn Jesch, director global de inversiones de DWS. Recuerda que tras las pérdidas principalmente de dos dígitos del año pasado, "esperamos que este año los mercados bursátiles vuelvan a ofrecer a los inversores rentabilidades al menos nominalmente positivas".
Y es que, entre otras cosas, en la firma alemana son de la opinión de que la desaceleración económica en Europa y Estados Unidos "podría ser menos radical de lo que actualmente se descuenta en los precios". Y Jesch defiende que además, en el contexto de pesimismo que ya reina en los mercados, "los riesgos a la baja para la renta variable parecen ser menos pronunciados de lo que se temía".
"A pesar de esta valoración cautelosamente optimista, es aconsejable que los inversores vuelvan a centrar su atención en la renta fija, sobre todo en los bonos corporativos", añade Jesch. A pesar de la incierta situación económica y política, los bonos corporativos deberían "volver a ser mucho más interesantes que en el pasado, a excepción de los investment grade bonds de los Estados Unidos", apuntan desde DWS.
También remarcan que aunque a corto plazo la volatilidad podría aumentar con vistas a los bonos europeos de alta rentabilidad, a largo plazo "nuestra perspectiva vuelve a ser bastante optimista".