Los expertos insisten: Europa no logra recuperarse al mismo ritmo que el resto

La diferencia está, entre otras cosas, en la política fiscal expansiva que ha llevado a cabo EEUU

Por

Bolsamania | 19 dic, 2021

La pandemia del coronavirus ha supuesto un hito histórico. Ya no solo en el ámbito sanitario, donde se ha conseguido desarrollar una vacuna y se están llevando a cabo ensayos con las primeras píldoras contra la enfermedad en menos de dos años, sino también en el plano económico. La recesión, que impactó con fuerza en todo el mundo, ha dado como resultado una crisis sin precedentes, que tiene su reverso, a su vez, una recuperación nunca antes vista.

En este contexto, Julian Marx, de la gestora Flossbach von Storch, sostiene que Europa se está debilitando tras la crisis y que no está creciendo a un ritmo igual que el llamado 'bloque del dólar', conformado por Australia, Canadá y EEUU.

En el momento de la aparición del Covid, la producción económica real de Estados Unidos cayó un 9,4%, mientras que en la eurozona, el PIB cedió un 14,5%, unas cifras que se acrecentaron en Reino Unido, hasta el 20,8%. "No solo la magnitud de la recesión no tenía precedentes en tiempos de paz, sino que su sincronización en todo el mundo era una novedad", sostiene este experto.

Esta situación, que en su momento era inédita, ha venido acompañada de otro hito, como es la producción de una vacuna contra la enfermedad en menos de un año, que ha ayudado a que se levanten las medidas de confinamiento en muchos países, consiguiendo que muchas de las economías vuelvan a la senda de la recuperación.

Sin embargo, los comportamientos de los organismos monetarios pueden ser clave para entender la causa de las diferencias en el crecimiento. La política más cautelosa del Banco Central Europeo (BCE) en comparación con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos es uno de los puntos clave, en opinión de Marx.

Esta semana Jerome Powell, presidente del banco central americano, anunciaba la aceleración del 'tapering', la reducción del programa de compra de activos puesto en marcha para amortiguar el golpe de la pandemia, duplicándolo hasta los 30.000 millones de dólares. Asimismo, los funcionarios de la Fed anticiparon tres subidas de tipos en 2022 y otras tres en 2023.

En cambio, el BCE espera reducir paulatinamente las compras de emergencia hasta marzo de 2022, cuando expirará el programa de emergencias pandémico (PEPP, por sus siglas en inglés), que será sustituido por un incremento del ritmo de las compras habituales, conocidas como programa APP, hasta 40.000 millones de euros, desde los 20.000 millones actuales. Asimismo, el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en sus niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observe que la inflación se sitúa en el 2% bastante antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera.

Pero para el analista de Flossbach von Storch, no todo tiene que ver con la política monetaria. "Una de las principales razones de esta evolución dispar de la recuperación es probablemente la política fiscal expansiva de Estados Unidos. Con un déficit total de 5,9 billones de dólares, el Gobierno estadounidense contribuyó de forma significativa a que la economía de este país se desarrollara de forma mucho más dinámica que la de la eurozona en los dos últimos ejercicios", comenta.

En cambio, los subsidios de corta duración y las ayudas puente en los países de la eurozona solo contribuyeron parcialmente a sustituir las pérdidas de ingresos registradas, tal y como comenta. "Los desempleados de los Estados Unidos pudieron aumentar sus ingresos gracias a las generosas prestaciones por desempleo y a los cheques de ingresos adicionales. El Gobierno estadounidense gastó alrededor de 1,5 billones de dólares solo en los dos bloques de gastos mencionados", sostiene.

Estas ayudas han conseguido que los hogares estadounidenses hayan podido mantener una fuerte y sostenida demanda "que refleja un récord de ventas minoristas en EEUU". "Es probable que la economía estadounidense pueda aprovechar este impulso en el nuevo año", añade.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la primera economía del mundo crecerá otro 5% el próximo año, mientras que la producción económica real estará un 8% por encima del nivel anterior a la crisis.

En cambio, en Europa las consecuencias de la aplicación de los fondos Next Generation puede que no se noten hasta el año que viene. "Es probable que las economías de la eurozona apenas puedan superar sus niveles anteriores a la crisis", sostiene. "Si además se tiene en cuenta que el desarrollo de la pandemia, con posibles nuevos cierres, aún no era previsible en el momento de las proyecciones, incluso estas estimaciones podrían resultar demasiado optimistas", argumenta.

"Mientras tanto, los mercados bursátiles siguen subiendo a pesar de la débil recuperación de la zona euro y el Reino Unido. Tampoco se han dejado impresionar por la última evolución de la situación de la pandemia", afirma. "Hay buenas razones para creer que apenas reaccionarían incluso ante un empeoramiento de la pandemia", concluye.

Últimas noticias