Promocionado
Las criptomonedas están desarrolladas todas sobre un elemento común, el blockchain (las cadenas de bloques en español) Bajo esta tecnología varias criptodivisas han desarrollado diferentes modelos para gestiones y trámites. El Ripple es uno de los llamados a cambiar el sector financiero.
Se trata de la propuesta de moneda digital creada por la startup del mismo nombre. Su principal objetivo es ofrecer soluciones globales aplicadas al sector financiero y permite a los usuarios realizar movimientos de capital o compra-venta de activos financieros de la misma forma que a día de hoy se intercambia la información en la red, dando lugar a una Internet de Valor (IoV).
El proyecto cuenta con el apoyo de muchos de los grandes bancos a escala mundial. Ripple tiene oficinas en San Francisco, Nueva York, Londres, Luxemburgo y Sydney. Al mando del proyecto se encuentra Brad Garlinghouse, CEO y miembro del Consejo de Administración, que antes de llegar a Ripple fue CEO del servicio de colaboración de archivos Hightail. Ripple se autonombra ‘defensor de la industria de la Internet de Valor’ (IoV). Entre sus inversores: Santander InnoVentures, Google Ventures, Andreessen Horowitz, Accenture o CME Ventures, lo que da una idea de que el proyecto se puede considerar como la respuesta del sector financiero.
Los bancos son uno de los grandes beneficiados en el desarrollo de esta Ripple. Entidades de hasta 27 países ya trabajan con esta tecnología para procesar los pagos transfronterizos en tiempo real con seguimiento y certeza de ‘extremo a extremo’. La reducción de costes y la posibilidad de ofrecer un alcance global a sus clientes son los principales beneficios.
A los proveedores de pago les permitirá ampliar su alcance. En resumen, Ripple permite el acceso a pagos en tiempo real con transparencia de tarifas, tasas y certeza de cobro.
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