MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

Miles de españoles se quedarán otra vez "sin voz ni voto" en la convocatoria de elecciones generales del 26 de junio porque en esta legislatura express no se ha adoptado ninguna medida tendente a facilitar su acceso, como ampliar el horario de los consulados, modificar los plazos o permitir que quienes ya rogaron el voto en diciembre no tengan que volver a hacerlo ahora.

Lo explica en declaraciones a Europa Press Nuria García, jurista de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) que promueve la plataforma Dos Millones de Votos, y lo denuncia también la Marea Granate, que afirma que las opciones de la emigración española se reducen de nuevo en esta convocatoria sufriendo "por séptima vez consecutiva y de manera más virulenta que nunca, las consecuencias del sistema de voto rogado".

"La situación no ha cambiado a mejor respecto del 20 de diciembre porque finalmente votaron nada más que un 4,7 por ciento de los dos millones de españoles inscritos en el censo de residentes en el exterior, y un 37% de los que solicitaron el voto recibieron tarde las papeletas. Con estas estadísticas no creemos que vaya a cambiar la situación porque no se ha adoptado ninguna de las medidas urgentes que pedíamos", señala García.

Se refiere, aunque no sólo, a la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para eliminar el voto rogado, un requisito introducido en 2011 que impone la obligación de solicitar oficialmente el derecho a votar añadiendo burocracia y complicando los trámites que se ha traducido en una caída de la participación desde el 32% de 2008 al 4,7% de la última convocatoria.

"NI SIQUIERA CONSTA UNA CAMPAÑA INFORMATIVA"

Si bien reconoce la dificultad de modificar la normativa con la situación política en esta legislatura express, considera una falta de voluntad que no se hayan adoptado otras medidas, al menos, para facilitar la vida a los emigrantes; como permitir que quienes rogaron el voto para el 20 de diciembre no tengan que hacer de nuevo este trámite y se expongan otra vez a recibir tarde las papeletas.

En la misma línea, ambas plataformas venían exigiendo una ampliación extraordinaria de los horarios de apertura de los consulados que no se ha acometido, dando como resultado colas y esperas retratadas por Marea Granate en lugares como Londres, y haciendo imposible que muchos españoles puedan acudir a formalizar los trámites, algo imperativo para los residentes temporales con menos de un año en el exterior.

"Ni siquiera hay constancia de que se haya desplegado alguna medida por parte de la Junta Electoral Central o por el Ministerio de Asuntos Exteriores como campañas exahustivas de información. Nuevamente, los españoles en el exterior tienen que acudir a organizaciones como Marea Granate que tienen información detallada sobre todo los trámites a seguir, pero no vemos que se haya hecho nada a nivel oficial", dice la representante de la APDHE.

Tampoco se han ampliado, como se pedía, los plazos para registrarse. "El censo electoral de emigrantes permanentes cerró en marzo cuando se publicó la convocatoria de elecciones para el 26J. En ese momento, la alternativa de inscribirse en los consulados como residente temporal dejó de ser una opción para quienes se registraron hace un año con motivo de las autonómicas y municipales, limitándose así su derecho al voto", dice la Marea Granate.

SIN ACCESO AL CERA

Sobre este asunto, el colectivo explica que las personas que no están registradas en el Censo de Extranjeros Residentes Ausentes 50 días antes de la convocatoria de elecciones tienen la opción de inscribirse presencialmente en el registro de Extranjeros Residentes Temporales Ausentes (ERTA) y rogar el voto ese mismo día, cosa que hicieron muchos emigrantes en las autonómicas y municipales de 2015.

Sin embargo, ese registro temporal sólo tiene validez de un año, justo después se da una baja automática y se redirige al emigrante al CERA, pero desde marzo está cerrado para la convocatoria del 26 de junio. Su única posibilidad es acudir al consulado en el periodo de reclamaciones, que finaliza el 16 de mayo, y pedir allí tanto la inclusión en el censo permanente.

El problema, según expone el colectivo, es que inscribirse en el CERA implica renunciar a la tarjeta sanitaria en España, es decir, que estas personas "deben decidir si priorizan su derecho al voto sobre su derecho a la sanidad". "No se trata sólo de una alternativa injusta, sino que miles de estas personas no pueden, simplemente, permitirse ese lujo y perder el derecho a la asistencia sanitaria", señala Marea Granate.

Con todo, incluso los que están ya en el CERA tienen problemas pues tal y como explica esta organización, "ninguno de los inscritos ha recibido aún su clave de acceso telemática para rogar el voto por internet, lo que está dificultando enormemente los trámites".

"En conclusión, los residentes permanentes aún no han recibido la clave para el rogo telemático; quienes son temporales, lo serán probablemente desde hace más de un año y la inscripción ya no servirá; y a quienes aún no son nada, se les niega la única oportunidad de votar, que es registrarse como temporal. Es imprescindible eliminar el voto rogado, pero también garantizar el sistema que, a la vista está, es una carrera de obstáculos", señala.

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