- El recorte de la OPEP será contrarrestado por los productores estadounidenses
- Morgan Stanley, Goldman Sachs y BofA han recortado sus previsiones sobre el 'oro negro'
El precio del petróleo se derrumba después de una subida inesperada en los inventarios semanales de crudo en Estados Unidos. En concreto, los inventarios han mostrado una subida de 3,29 millones de barriles, cuando el consenso anticipaba una caída de 3,46 millones.
Este indicador de inventarios de crudo es considerado muy fiable para analizar el nivel de sobreoferta en el mercado y muestra que, pese a los recortes de producción de la OPEP, el mercado de crudo sigue sobreabastecido, lo que presiona los precios a la baja.
El crudo Brent, por su parte, cae un 3,5%, hasta 48,38 dólares. Pese a que la OPEP anunció hace pocas semanas una extensión de su recorte de producción hasta marzo de 2018, los analistas comentan que este recorte será contrarrestado por un aumento de la producción por parte de los productores de crudo no convencional (fracking) de EEUU.
Los expertos de Morgan Stanley han señalado esta coyuntura para reducir sus previsiones sobre el barril West Texas para 2018 y 2019. Para el próximo año, estos analistas prevén un precio de 55 dólares por barril frente a su anterior previsión de 60 dólares. Además, para 2019, bajan su estimación hasta 57,50 dólares desde 67,50 dólares.
Por su parte, los expertos de Bank of America Merrill Lynch han recortado su previsión sobre el barril Brent hasta 54 dólares en 2017 y hasta 56 dólares en 2018 frente a los 61 y 65 dólares, respectivamente, de sus previsiones anteriores. En cuanto al West Texas, la entidad espera un precio de 52 dólares para este año y de 53 dólares para 2018, frente a 59 y 63 dólares en su proyección anterior.
Por último, los expertos de Goldman Sachs recortaron su previsión sobre el West Texas para 2017 hasta 52,39 dólares desde los anteriores $54,80. Y para el barril Brent, hasta $55,39 desde $56,76. Según Goldman, para 2018 y 2019, el petróleo debería permanecer en torno a los 50 dólares por barril o por debajo para desalentar el aumento de producción por parte de los productores de crudo de esquisto.