- El banco de inversión advierte del riesgo de la fragmentación política
- Confía en un acuerdo entre Madrid y Cataluña que evite el referéndum
Goldman Sachs se ha unido a las firmas internacionales que cada vez son más optimistas con la economía española.
La entidad americana, que el pasado martes presentó sus resultados, ha decidido mejorar su previsión sobre el crecimiento de España para 2015 hasta el 1,6% desde el 1,2% anterior. Además, ha elevado también la de 2014 al 1,2% desde el 0,9% previsto inicialmente gracias a la mejora de las condiciones financieras.
Según el informe de Goldman Sachs esta subida se correspone a “a la caída de costes financieros para el Gobierno, bancos, y en menor medida, para familias y empresas".
La firma considera que las reformas estructurales en el mercado laboral y en el sector financiero han ayudado a "ampliar la capacidad de producción de la economía española", así como a ayudar a la mejora de imagen del país ante los inversores.
No obstante, uno de los pocos peros que el banco de inversión ve en España es "la fragmentación política" que puede surgir en las elecciones de 2015, con PP y PSOE perdiendo apoyos antes formaciones más pequeñas, lo que podría dificultar la reducción del déficit público: "Aunque la política puede parecer más fragmentada, la sensación de realismo sobre la necesidad de ajustar pasados desequilibrios, junto al hecho de que apenas existen euro escépticos, debería asegurar que España sigue en el camino del ajuste".
Otro “fleco suelto” es el conflicto catalán. Sin embargo, Goldman Sachs confía en "un acuerdo negociado" entre Mariano Rajoy y el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Apunta la firma que España podría conceder nuevos poderes autonómicos a cambio de que Mas renuncie a convocar un referéndum sobre la independencia de Cataluña en noviembre: "Si el Gobierno de Madrid no lo hace, se podrían celebrar unas elecciones en Cataluña que serían consideradas como un referéndum de facto sobre la independencia".
M.D.