• El liberal-demócrata Nick Clegg reconoce que ha sido una noche cruel para su formación
  • El laborista Ed Miliband pasa el testigo del partido a Harriet Harris
  • El líder de UKIP Nigel Farage valorará presentarse de nuevo en septiembre
david cameron

Contra todo pronóstico, el primer ministro británico, David Cameron, se ha alzado con una aplastante victoria tras las elecciones parlamentarias de Reino Unido, superando la mayoría absoluta. Los laboristas de Ed Miliband se han quedado 100 asientos por debajo del partido torie, muy lejos de los resultados que vaticinaban las encuestas. El gran derrotado de la noche electoral es el liberal-demócrata Nick Clegg que ha pasado de 57 escaños a solamente ocho.

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El panorama final ha supuesto un sorprendente giro de los acontecimientos, ya que todas las encuestas preelectorales daban un resultado de empate técnico entre conservadores y laboristas. En cambio, el actual primer ministro podrá formar un gobierno completamente torie, sin necesidad de volver a contar con su hasta ahora socio liberal-demócrata para conformar el Ejecutivo británico. La estimación de la "BBC", a falta de unos pocos escaños escrutados, es que el partido conservador se situará 3 escaños por encima de la mayoría absoluta, consiguiendo 22 asientos más que en 2010.

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Cameron afirma que su victoria reafirma la austeridad como la única vía para librarse del déficit

Cameron, durante su primer discurso de esta madrugada, ya como propietario de las llaves del número 10 de Downing Street, ha prometido no esquivar dificultades y agilizar la devolución de tasas para Escocia y Gales “tan pronto como sea posible”. De estas primeras palabras se desprenden cuales serán sus prioridades durante los próximos cinco años. Asimismo, durante su intervención ha hecho patente que su victoria demuestra que se debe reafirmar la austeridad para librarse del deficit y que tomó la decisión adecuada al ofrecer a Escocia la posibilidad de celebrar su referéndum.

Después, se ha dirigido hasta la sede de los conservadores, donde ha sido recibido entre vítores:

Después de confirmarse su victoria, ha celebrado una recepción en la que ha sido recibido por la reina Isabel II.

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MILIBAND: HA SIDO UNA NOCHE DECEPCIONANTE PARA LOS LABORISTAS

El Partido Laborista quedaría lejos de las expectativas, con 233 parlamentarios (perdería 25) y le seguiría el SNP escocés, que se alzaría con 56 de los 59 escaños de la región. De hecho, el ascenso de los nacionalistas escoceses son el principal motivo de la deblacle de los laboristas de Miliband, que han quedado borrados del mapa en su gran feudo que siempre ha sido Escocia.

Durante su discurso de agradecimiento tras haber sido reelegido en Doncaster, ha reconocido a los miembros de la formación que representa su trabajo y ha admitido que ha sido "una noche muy decepcionante para la fuerza que representa". Ha alertado también del auge del nacionalismo en Escocia y a Cameron le ha advertido que tiene la dura tarea por delante de mantener Reino Unido cohesionado.

El líder laborista ha presentado su dimisión al frente del partido y ha defendido que “Reino Unido necesita un Partido Laborista fuerte”, proponiendo que Harriet Hartman tome las riendas de la formación hasta que se designe a su sucesor.

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SNP: FULGURANTE

Cameron debe compartir el podium de vencedores de la noche con al líder del SNP, Nicola Sturgeon, la cabeza de lista de los nacionalistas escoceses se ha alzado con 56 de los 59 escaños por la región y confirma el ascenso meteórico de la formación y del sentimiento separatista escocés. La escocesa ha conseguido ya unos cuantos imposibles: es la primera mujer que consigue colarse en el boys club de los líderes británicos, además, era prácticamente una desconocida cuando llegó al gobierno de Escocia, después de perder el referéndum de independencia, algo que curiosamente ha reforzado a la formación soberanista y a Sturgeon.

La presidenta del SNP ha insistido durante meses en que su partido se empleará a fondo para que los tories sean reemplazados “por algo mejor, más valiente y más progresista”. En su obsesión por desbancar a Cameron, ha dejado claro que su apoyo irá a parar a los laboristas, pero de poco le servirá a Miliband.

En cualquier caso, tras conocerse los resultados del Partido Laborista, Sturgeon ha rechazado responsabilidad alguna por el desplome de esta fuerza y ha dejado claro que "los laboristas han fallado miserablemente en estas elecciones".

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EL GRAN PERDEDOR

Clegg podría presentar su dimisión: "Ha sido una noche cruel"

Nick Clegg ha sido el más castigado en la noche electoral británica, con el mayor número de asientos perdidos hasta la fecha: 45 según los escrutinios, obteniendo tan sólo ocho representantes. La fuerza que representa, los liberal-demócratas han sufrido el haber gobernado en coalición con los conservadores y han visto como los asientos que ostentaban hasta ahora en el parlamento han ido a manos de los tories y los laboristas, principalmente.

Clegg ha reconocido que ha sido una “noche cruel” para los liberal-demócratas y a pesar de haber celebrado su escaño, la deblacle del partido ha sido la peor en 60 años de historia, lo que ha precipitado su salida. "Debo asumir mi responsabilidad y dimitir como líder de los liberales-demócratas. Es una hora oscura para nuestro partido", ha declarado

NIGEL FARAGE TAMBIÉN DIMITE

Cumpliendo con su compromiso de la campaña de las generales, cuando aseguró que dimitiría si no conseguía entrar en Westminster, El líder del UKIP, Nigel Farage, ha confirmado su renuncia al timón de su partido después de fracasar en su intento de obtener un escaño en el Parlamento, aunque no ha descartado presentarse de nuevo cuando la formación decida la sucesión el próximo septiembre.

Asimismo, avanzó que se "tomaría un descanso en verano, todo lo alejado de la política" que pudiese, si bien matizó que aprovecharía también para reflexionar sobre una potencial candidatura transcurridos los meses estivales, según informa Europa Press.

UKIP, que sólo habría conseguido un representante en la Cámara de los Comunes, ha obtenido casi un 13% de porcentaje de votos, lo que la sitúa como tercera fuerza más votada, sin embargo, el sistema de repartición de votos de Reino Unido no da una representación proporcional, si no uninominal.

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