• La inflación subyacente también continúo constante, en el 2,4%, lo que aleja la posibilidad de una subida de tipos
  • El crecimiento del precio de los costes que soportan los productores se redujeron
mark carney, governor of the bank of england
Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra

Los datos de inflación siguen dando la señal de alerta en Reino Unido. Pero el crecimiento de los precios, derivado de la caída de la libra, ha sido inferior al esperado por los expertos en julio. Razón suficiente para que los inversores disminuyan la probabilidad que otorgan a una subida inminente de tipos y se posicionen en contra de la libra

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De esta forma, la divisa británica cotiza con descensos del 0,2% frente al euro, con el cruce en 1,098 euros, el nivel más bajo para la moneda de Reino Unido desde octubre. En aquel momento, marcó mínimos de cinco años fruto del desplome que sufrió en los meses posteriores al referéndum por el Brexit, en el que salió victoriosa la opción de romper con la Unión Europea. Por su parte, la moneda cae un 0,6% frente al dólar, hasta los 1,289 dólares, en este caso el tipo de cambio más reducido desde julio.

El freno a las caídas se produjo, en parte, porque la depreciación de la libra disparó la inflación por encima del 2%. Es decir, superando el objetivo del Banco de Inglaterra (BoE). Sin embargo, el banco central no ha movido ficha y los datos macro publicados este martes disminuyen la presión para que lo haga. El indicador principal de inflación (IPC), sigue en el 2,6% interanual, pese a que el consenso de analistas de Reuters apuntaba a que subiera una décima. Lo mismo que con la inflación subyacente, que sigue en el 2,4%.

Por su parte, los indicadores del crecimiento de los precios de los productores van en la misma línea. Los bienes producidos se encarecen un 3,2% interanual en julio, una décima menos que en junio y dos décimas menos de lo previsto. Mientras que el índice de precios al productor para los factores que utiliza (input), cae desde el 10% hasta el 6,5%, lejos también del 7% que proyectaba el mercado. Es decir, una batería de datos que fortalecen la posición del Banco de Inglaterra. "Los datos de inflación pierden fuerza y dejan al Banco de Inglaterra en una posición cómoda con su política", arguye Naeem Aslam, jefe de análisis de mercado de ThinkMarkets.

EL BANCO CENTRAL DESCARTA SUBIR TIPOS POR AHORA

En la reunión de junio mantuvo los tipos en el 0,25% y el programa de compras de activos en 435.000 millones para bonos soberanos y 10.000 millones para bonos corporativos. Eso sí, con cinco votos a favor por tres que defendían subir los tipos. Lo que mostró una división que confirmó las expectativas de muchos inversores sobre la posibilidad de una escalada inminente en el 'precio del dinero', lo que favoreció a la cotización de la libra.

Sin embargo, en agosto la institución que gobierna Mark Carney alejó esta opción al mantener su política con mayor consenso, con cinco votos a favor y tres en contra. El Banco de Inglaterra declaró que, aunque bajo su mandato de controlar la inflación, podría deber subir los tipos, "la política monetaria no puede impedir el ajuste real necesario a media que el Reino Unido negocia sus nuevos acuerdos comerciales internacionales".

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