• Aún no se han tomado medidas contra los responsables de estas acciones
  • Los días 4 y 5 de noviembre habrá nuevos juicios contra Mercadona por acoso laboral
mercadona, país vasco

El empleado de Mercadona Raúl Llanes, que ganó un juicio contra la cadena de supermercados por acoso laboral, asegura que esta situación “no es un caso aislado”. El Juzgado de lo Social número 3 de Huelva ratificó la sanción económica impuesta a la compañía de Juan Roig por acoso laboral contra Llanes, trabajador del centro de Aljaraque (Huelva), situación que, insiste, “no tiene nada de puntual”.

Frente a las declaraciones de la propia empresa, que la semana pasada señaló que “se trata de un hecho puntual”, Llanes sostiene, en una entrevista concedida a Bolsamanía, que “hay muchísima gente que está en la misma situación” pero “no denuncian por miedo y pánico”. Como ejemplo, el trabajador cita otros dos casos que irán a juicio en Sevilla los días 4 y 5 de noviembre.

Tendría los mismos problemas si fuera a otra tienda

Según indica, no tiene conocimiento de que se hayan tomado medidas contra los responsables de estas acciones, un director de zona y la directora de Recursos Humanos de Andalucía. Asimismo, desmiente que haya sido trasladado a otro centro y reconoce que tendría “los mismos problemas si fuera a otra tienda”, ya que se encontraría en la misma zona y tendría los mismos supervisores.

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CUATRO MESES DE PRESIONES

La sentencia reconoce la “existencia de medidas de conducta atentatorias contra la consideración debida a la dignidad del trabajador” e impone una multa de 30.000 euros a Mercadona. Entre los hechos, que se prolongaron durante más de cuatro meses, el juzgado cita “ataques a la víctima con medidas organizacionales”.

El trabajador cuenta que le hacían limpiar el exterior de la tienda con productos tóxicos o le encomendaban tareas que no eran de la tienda, como la limpieza de los contenedores de basura del Ayuntamiento que se encontraban en el exterior del establecimiento o quitar pegatinas a las farolas.

Espero que el señor Roig depure responsabilidades

Según relata Llanes, estas medidas de acoso comenzaron cuando dejó de ser delegado sindical. “Si a mí me llamaba un trabajador, yo le respondía”, explica a Bolsamanía. En este sentido, señala que fue un empleado “reivindicativo” y que declaró como testigo en varios juicios.

De hecho, la sentencia respalda esta versión, al señalar que el objetivo de todas las medidas de “presión y maltrato” no era otro que “mantener alejado del interior del establecimiento a un operario que había sido representante legal de los trabajadores y al que se consideraba problemático”.

“Era mi obligación como delegado”, insiste, “algo que la empresa no quería bajo ningún concepto”. Por este motivo, explica, se produjeron “manipulaciones” para “recortar las listas” y que no pudiera presentarse de nuevo a las elecciones para ser delegado sindical.

Actualmente, su situación es de “tensa calma”. “No me buscan”, comenta, aunque reconoce que lleva una grabadora para registrar “todo lo que pasa” desde que llega a la tienda hasta que se marcha.

DEPURAR RESPONSABILIDADES

Llanes define la experiencia que vivió como “muy dramática”, y revela que también su mujer, que trabaja en la misma tienda, sufrió presiones en algunos momentos determinados. Su caso tampoco es el primero que se produce en la tienda de Aljaraque, donde hace casi diez años también hubo una empleada que sufrió acoso laboral. En esta ocasión, la trabajadora se vio obligada a coger una baja por ansiedad y su situación se zanjó con un despido improcedente y la correspondiente indemnización.

El trabajador cuenta que a él también le ofrecieron un acuerdo económico a cambio de dejar la empresa. “Yo no me voy, trabajo a 500 metros de mi casa y además tengo jornada reducida por el cuidado de mi hija”. Llanes aclara que no ha pedido una compensación daños y perjuicios, aunque no descarta emprender nuevas acciones legales si no se toman acciones contra los responsables.

Asimismo, Llanes insta a la empresa a “buscar quiénes son los culpables” y asegurarse de que no vuelva a producirse una situación similar. “Espero que el señor Roig depure responsabilidades”.

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