- La familia Riberas planea vender el 27% del capital, que puede ampliarse hasta el 31%
- La empresa alerta de que la fusión PSA-Opel puede afectar a sus resultados
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Gestamp no ha comenzado con buen pie su andadura bursátil, ya que ha debutado en el mercado de renta variable con caídas del 2%, que han aumentado hasta el 6% y que finalmente han sido del 4,4% al cierre del mercado, hasta 5,35 euros.
El fabricante vasco de componentes para la automoción ha debutado en el parqué a un precio de 5,60 euros, en la parte más baja de la horquilla orientativa de precios propuesta inicialmente y que oscilaba hasta 6,70 euros (aunque posteriormente fue reducida hasta 5,90 euros). Los fondos de inversión obligaron a la familia Riberas, máximo accionista, a fijar ese precio para comprar acciones del grupo.
Los Riberas han puesto en venta de 155,38 millones de acciones, equivalentes a un 27% de su capital, con el que pretenden obtener un importe de 870 millones de euros, que podrá ampliar hasta el 31,05% si se ejecuta el 'green shoe' de hasta el 15% de la oferta inicial, en cuyo caso la operación podría alcanzar los 1.000 millones de euros.
El presidente de Gestamp, Francisco Riberas, ha calificado de "anecdótica" la caída del 4,4% que ha experimentado la compañía en su debut en Bolsa y ha tranquilizado a los accionistas porque "han invertido bien su dinero" y la empresa es "un buen socio a largo plazo".
'Bolsamanía' ha publicado este viernes que la fusión de PSA-Opel supondrá una merma de ingresos para Gestamp, según ha admitido el propio grupo vasco en su folleto de salida a bolsa enviado a la CNMV. La compra de la marca alemana por el grupo francés tendrá efectos negativos sobre la cuenta de resultados de la empresa de la familia Riberas debido al riesgo a que el nuevo grupo haga un cambio entre sus proveedores de referencia.
Gestamp advierte también a los inversores que han comprado sus acciones que el endeudamiento de la compañía se eleva a 2.106 millones de euros, algo más de la mitad de los 3.200 millones con los que ha comenzado a cotizar en bolsa. En el folleto, la compañía advierte que el apalancamiento no se va a reducir e, incluso, aumentará.
Los Riberas, que son también los accionistas de referencia de CIE Automotive, además de la sociedad Gonvarri junto a Arcelor Mittal, han aprovechado el último año para encarecer el precio de sus acciones en la compañía.
Precisamente, la colocación en bolsa de Gestamp se producirá un 35% más cara que la última transacción de acciones realizada hace apenas un año. En febrero de 2016, en plena debacle de Arcelor Mittal en bolsa, la familia Riberas aprovechó para comprar el 35% de Gestamp a la acerera angloholandesa.
En la necesidad de sus socios, que registraron pérdidas históricas en 2015 y tenían multitud de plantas paradas por la guerra con el acero chino, han encontrado una fuente de plusvalías en los minoristas que han comprado sus acciones y que debutan en bolsa este viernes. Arcelor vendió un 35% por 875 millones de euros, un paquete que la familia dueña de Gestamp vende y cotiza doce meses después en 1.125 millones, un 35% más.
LAS CLAVES DE GESTAMP
1. La empresa. Corporación Gestamp se sustenta en tres patas. Gonvarri Steel Industries, centrada en el negocio del acero y presidida por Jon Riberas; Gestamp Renewables, focalizada en las energías renovables; y Gestamp Automoción, presidida por Francisco Riberas (también es el consejero delegado) y especializada en la fabricación de componentes para el automóvil. Este último negocio será el que ha salido a bolsa.
Gestamp Automoción inició su andadura en 1997 y su proceso de expansión internacional ha sido vertiginoso (en 2003 sus ventas eran de 1.200 millones de euros), ya que actualmente vende sus productos y su tecnología a los 12 mayores grupos de automoción del mundo para equipar más de 800 modelos de automóvil de 50 marcas diferentes. Una de las claves para su expansión fue la compra en 2004 de la empresa sueca SSAB HardTech. "Esta es la pieza del puzzle que nos faltaba", comentó en su momento Francisco José Riberas, el creador del imperio, que falleció en 2010.
Posteriormente, la compra de otras empresas como Edscha en 2010 (que se encontraba en concurso de acreedores) aportó 14 plantas de producción y dos centros de I+D en nueve países. Y la adquisición en 2011 de ThyssenKrupp Metal Forming (TKMF) aportó 17 plantas, 2 centros de I+D y unos 5.700 empleados. La plantilla ha continuado ampliándose en los distintos países en los que está presente, hasta alcanzar los 36.395 empleados. En la actualidad, cuenta con 79 plantas en Europa, 13 en América del Norte, 11 en América del Sur y 21 en Asia.
2. La cuenta de resultados. Gestamp facturó 7.549 millones de euros en 2016, un 7,3% más respecto al año anterior. El EBITDA subió un 10,6%, hasta 841 millones de euros, mientras el EBIT aumentó un 15,6%, hasta 463 millones. El beneficio neto subió un 37,1%, hasta 221 millones de euros. La subida del EBITDA ha sido clave para aumentar la valoración de la empresa de cara a la salida a bolsa.
3. La deuda. Gestamp ha aumentado su deuda neta hasta 1.633 millones de euros a finales de 2016, desde 1.493 millones a finales de 2015, lo que supone una ratio de apalancamiento (deuda neta/EBITDA) de 1,94 veces, inferior a la ratio de 1,96 veces registrada en 2015, una mejoría que se explica por el incremento del resultado bruto de explotación. El grupo realizó inversiones por valor de 725 millones en el pasado ejercicio. En la actualidad, tiene en construcción 10 plantas industriales en distintos continentes.