Pide cautela sobre la posibilidad de romper la confidencialidad médico-paciente pues podría inhibir a este último de informar de su verdadero estado de salud

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha pedido hoy que se implanten en el seno de las compañías medidas de apoyo a los pilotos que hayan manifestado problemas de salud mental, que se basen en protocolos de actuación "más proactivos".

En un comunicado, advierte de que la implementación de algunas recomendaciones del informe final de la BEA francesa podría contradecir los principios de cultura justa y provocar un problema mayor que el que se pretende evitar.

El sindicato de pilotos, que reconoce que es incapaz de entender como un persona con trastorno psiquiátrico tan severo pudiera estar a los mandos de un avión de pasajeros, valora positivamente la publicación del informe ocurrido hace un año.

No obstante, el Sepla considera que hay que ser "especialmente cuidadoso" al plantear la posibilidad de que los médicos puedan romper su deber de confidencialidad médica con el paciente cuando estimen que pueda representar un peligro público, ya que esto podría inhibir al paciente de informar a los médicos de su verdadero estado de salud, "ocultando información imprescindible para su diagnóstico".

"Cualquier medida que pueda suponer un perjuicio profesional o económico para un profesional va en contra de los principios de la cultura justa, pilar fundamental en la seguridad aérea que se basa en el libre intercambio de información entre profesionales y empresas", señala el Sepla.

PROGRAMAS DE APOYO PARA PILOTOS.

Por ello, de acuerdo con el informe de la BEA, incide en la necesidad de establecer programas de apoyo, compuestos por compañeros de profesión que prestan apoyo voluntario.

En España, el Sepla lleva cuatro años poniendo en práctica un programa de este tipo (CIRP, Critical Incidente Response Program), que se basa en buscar apoyo entre pilotos que sepan gestionar situaciones de estrés.

"Creemos que un programa de estas características podría ser extrapolable a otras situaciones en las que se detecte que una compañero pueda estar viviendo una situación de estrés", afirman desde el Sepla.

El programa CIRP ya demostró su eficacia tras el accidente de Swiftair en julio de 2014, recuerda el Sepla, cuando pilotos de otras aerolíneas ayudaron a varios pilotos y tripulantes de Swiftair a superar la situación generada por la muerte de seis compañeros.

"Hay que tratar de no criminalizar a quien en realidad es víctimas de una enfermedad. Ayudarle a gestionar su problema y apartarle de su trabajo hasta su plena recuperación, evitando en todo momento el estigma que supone ser reconocido como un enfermo mental, y lo que es peor, como un potencial peligro", reza la nota del Sepla.

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