- El apetito por el riesgo impulsa al 'billete verde'
Volatilidad en todos los frentes, también en el mercado de las divisas que celebra la ampliación de los rangos en los que suelen operar los principales cruces. “Levábamos semanas sin asistir a movimientos tan pronunciados en las monedas con mayor volumen”, indica la experta de BK Asset Management, Kathy Lien. La explicación no es otra que el apetito por el riesgo, que ha impulsado al dólar contra el euro y especialmente contra la libra, que aguanta por encima de los 1,38 dólares.
En su cruce contra el yen, la divisa estadounidense también ha remontado parte de las recientes pérdidas la pasada madrugada hasta la franja de los 111,400 yenes, desde mínimos de cuatro meses en los 110,200 yenes del miércoles.
Igual de verticales fueron los movimientos en la moneda británica, que sufrió una ronda de toma de beneficios después de impulsarse hasta los 1,3950 dólares, cotización anterior a la votación sobre el Brexit. Los analistas de Danske Bank, sin embargo, indican que la libra puede seguir desempeñándose bien, de camino hacia los 1,40 dólares mientras “los riesgos relacionados con el Brexit sigan bajos”, no obstante, alertan que los operadores monitorizarán de cerca cualquier desarrollo.
“Nos mantenemos alcistas hacia la divisa de Reino Unido en el corto plazo, pero creemos que en su cruce contra el euro en el largo plazo mantiene su aspecto bajista”, sostienen los analistas de la entidad danesa.
EL BCE BUSCA ENFRIAR EL EURO
En cuanto a la ‘moneda única’ ha caído por debajo de los 1,22 dólares, hasta su peor cambio semanal en los 1,2165 dólares, después de que el vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, sumara sus preocupaciones a las del también miembro del banco central, Edwald Nowotny, acerca del desempeño de la divisa. “Durante los últimos días hemos avisado que los miembros del supervisor monetario intentarían rebajar verbalmente la moneda y ya hemos visto los primeros signos de descontento entre los miembros del supervisor monetario”, señala Lien.
Por su parte, desde Danske Bank, avisan que el “genio ya está fuera de la botella”, aludiendo a que “la normalización monetaria está en camino después de las últimas actas del BCE”, por lo que no apuestan porque ninguna de estas declaraciones tenga efectos duraderos en los operadores. De hecho, la moneda comunitaria remonta hasta los 1,2250 dólares. Pero sí avisan los analistas de la entidad con sede en Copenhague que para ver cambios significativos y duraderos en la moneda hace falta que el mismo presidente del banco central, Mario Draghi, exhiba preocupaciones similares la próxima semana. “Entonces sí podríamos asistir a una corrección significativa”.
