- El cambio en la presidencia de la Fed puede generar una "prima de riesgo de experiencia" cuyos efectos "están aún por ver"
- Los operadores se tomarán con mayor frialdad los riesgos geopolíticos
Ni empate entre el euro y el dólar ni reinado del 'billete verde' ni descalabro de la libra. En los primeros compases de 2017, los analistas preveían que sobre el mercado de las divisas cayeran poco menos que las siete plagas de Egipto y, lejos de eso, los acontecimientos se desarrollaron de forma muchísimo más tranquila de lo previsto. Más cautos, ahora esperan que en los próximos 365 días se prolongue la tendencia iniciada en la pasada primavera, con la gradual normalización de las políticas monetarias de los bancos centrales como tema principal a lo largo de gran parte de 2018.
Además, las predicciones de los analistas no descartan la política de la Eurozona como un factor a vigilar, con Alemania, Italia y Cataluña encabezando la lista de regiones ‘calientes’ y avisan de que “es factible que regresen los riesgos relacionados con la volatilidad”, como comenta el jefe de estrategia en divisas de Saxo, John J. Hardy.
2017 fue un año llamativamente tranquilo que alimentó los activos de riesgo en todo el mundo sin apenas una corrección relevante
“Hace un año muchos pensaron que 2017 sería un ejercicio muy agitado, dado el ascenso aparentemente imposible de Donald Trump a la presidencia de los EEUU y el impacto del Brexit. En cambio, tuvimos un año llamativamente tranquilo que alimentó los activos de riesgo en todo el mundo sin apenas una corrección relevante”, añade el experto. Por lo que cree el analista de la entidad danesa, “irónicamente los largos períodos de calma y complacencia en los mercados siembran las semillas de la volatilidad futura, ya que los inversores subestiman los riesgos de cola y mantienen sus apuestas en la continuación del ciclo”.
EURO/DÓLAR, ¿MÁS CERCA DE 1,30 O DE 1,10 DÓLARES?
Pero enero no da muestras de tener ganas de revertir la inercia alcista del euro contra el dólar. La moneda europea no podía acabar de forma más positiva el ejercicio pasado y cerró 2017 con una subida del 14,12%. Es su mayor avance desde 2003, “impulsada por factores como el sólido crecimiento económico de la zona euro, la reducción del riesgo político tras el primer trimestre y la propia debilidad del dólar”, recuerda David Pina, analista Colaborador de ActivTrades.
Por contra, el índice que mide la fortaleza de la moneda estadounidense frente a un grupo de seis divisas principales se depreció durante 2017 un 9,26%, rubricando el peor ejercicio en 14 años. Pero las razones para decantar la balanza hacia uno u otro lado del euro/dólar se apilan de manera casi similar sobre las dos divisas, sembrando la disensión entre quienes ven a la divisa comunitaria por debajo de los 1,20 dólares y quienes apuestan por que, en 12 meses, se aprecie hasta los 1,30 dólares.
Las razones para decantar la balanza hacia uno u otro lado del euro/dólar se apilan de manera casi similar
“Durante 2018 se espera un incremento del crecimiento económico en Estados Unidos propiciado por la entrada en vigor de la rebaja fiscal de Trump, mientras que la Reserva Federal (Fed) continuará con su proceso de normalización monetaria y podría subir los tipos de interés hasta en tres ocasiones durante el próximo año”, expone Pina. Ambos factores son alcistas para el dólar, no obstante, Hardy llama a la prudencia ya que “la nueva ley tributaria no conducirá a un crecimiento notable en los Estados Unidos y el país podría inclinarse hacia la recesión a finales del próximo año”.
Además, “la nueva fiscalidad auspiciada por el republicano y el ajuste cuantitativo de la Fed -de al menos un 10%- empeorarán el déficit presupuestario”, añade el experto de Saxo Bank, lo que es “negativo para el dólar”, expone Hardy. Tampoco ayudarán al ‘billete verde’ las tensiones con Corea del Norte, algo a lo que los mercados ya se han acostumbrado, pero que no deja de ser un factor de incertidumbre. Para el analista de Saxo Bank, por tanto, “el euro continuará subiendo ya que el valor justo es de, al menos, 1,20-25 dólares y podría ampliar sus ganancias hasta los 1,30 dólares debido al gran superávit por cuenta corriente de la Unión Europea (especialmente gracias a Alemania)”.
Se alinea con esta predicción Borja Rubio, Head of Brokerage en España de Orey iTrade. “La subida de tipos y el plan fiscal de Trump podrían apoyar al dólar, pero somos de la idea de que, por fundamentales, el 'fair value' del euro/dólar está más cerca de 1,25-1,30, que de 1,10-1,05”, indica.
“El euro continuará subiendo ya que el valor justo es de al menos 1,20-25 dólares y podría ampliar sus ganancias hasta los 1,30 dólares”, Saxo Bank
Aunque no se pueden sacar de la ecuación las incertidumbres políticas tanto en España como el resto del mundo, opina el director del Departamento de Análisis de Mercados de Bankinter, Ramón Forcada, que ”van a ir diluyéndose porque el mercado cada vez se lo va a ir tomando de manera más fría”. En este sentido, ni las elecciones en Italia ni la formación de Gobierno en Alemania ni la crisis catalana lastrarán a la moneda europea de forma significativa.
EL BCE Y LA FED VUELVEN A ENTONAR SU VIEJA MELODÍA…
Por otro lado, en lo que casi todos los expertos coinciden es en que el Banco Central Europeo (BCE) alejándose de la política ultraexpansiva seguirá apuntalando al euro. “El regulador monetario europeo está en el proceso de adoptar un enfoque más ‘holístico’ de la economía de la eurozona, donde la fuerte actividad y un continuo repunte en la 'súper inflación subyacente’ debería allanar el camino para que dé el siguiente paso hacia la 'normalización' a mediados de 2018”, exponen desde Danske Bank.
Añaden los analistas de la entidad con sede en Copenhague que para el banco central será cada vez más difícil mantener a raya el precio del euro ya que “Mario Draghi y compañía han decidido desacoplar la expansión cuantitativa de la perspectiva sobre la inflación, lo que significa que aunque los precios se mantengan débiles, las compras acabarán a finales de este año”.
Para el BCE será cada vez más difícil mantener a raya el precio del euro
Del otro lado, exponen que el cambio en la presidencia de la Fed puede generar una “prima de riesgo de experiencia” cuyos efectos “están aún por ver”. Especulan estos expertos con la idea de que “Jerome Powell carece de rodaje en lo que respecta a la comunicación del mercado y, presumiblemente, al manejo de crisis”. “Esto podría ser un lastre para el dólar”, aseguran y, por tanto, prevén que el euro/dólar cierre el ejercicio en 1,25 dólares, “con un riesgo marcadamente al alza”.
Se oponen a esta visión desde Detusche Bank, quienes opinan que el actual rango de los 1,19 -1,21 dólares por cada euro es "demasiado fuerte". Así, “la subida de tipos en Estados Unidos junto con la mencionada reforma fiscal, chocará con el fin progresivo de los estímulos en Europa y posicionará el cruce de ambas divisas en torno a los 1,15 dólares, una caída para el euro que podría verse intensificada en caso de prolongar sus compras de activos”, matizan.
… Y LA LIBRA SIGUE BAILANDO AL RITMO DEL BREXIT
En Inglaterra, el papel del banco central británico se verá eclipsado por el camino que sigan las negociaciones sobre el Brexit, señalan los expertos consultados. Si bien la entidad gobernada por Mark Carney acometió su primera subida de tasas en una década el pasado mes de noviembre, para elevar el tipo de interés al 0,50%, señaló que el incremento futuro será “gradual y limitada”. Así, Rubio prevé que sea la forma en que se materializa el divorcio con la Unión Europea lo que influya en la libra.
Desde los mínimos que dejó en 1,1990 dólares tras el flash crash de octubre de 2016,la divisa británica experimentó una fase de recuperación. “Somos optimistas y pensamos que, con toda la caída que ha sufrido la manda de Reino Unido parece alejada de su ‘fair value’ histórico, que está en torno a los 1,40 dólares”, indica el experto de Orey Financial.
Será la forma en que se materializa el divorcio con la Unión Europea lo que influya en la libra
Expone que “la zona de los 1,30 dólares es el nivel a vigilar, pues su pérdida puede poner en peligro la fase de recuperación, ya que por este nivel pasa la directriz alcista desde los mínimos del año pasado”. “Por arriba, la continuación de las subidas las va a marcar los máximos anuales en 1,3650 dólares y, posteriormente, la zona de los 1,40 dólares, desde donde rompió tras el Brexit”, añade el experto del broker portugués.
Danske Bank comparte en gran medida el optimismo de la firma financiera lusa ya que “las preocupaciones sobre los términos en que Reino Unido abandone la UE se han reducido después del acuerdo alcanzado en la primera fase de las conversaciones”. Por lo tanto, mejoran su previsión para la libra frente al euro hasta las 0,88 libras de cara al mes de marzo y estiman que se aprecie hacia finales de año hasta el cambio de 0,86 libras por cada euro.
EL YEN SIN GRANDES CAMBIOS EN 2018
En las previsiones de los expertos se cuela también el papel del Banco de Japón (BoJ) en la corriente de normalización monetaria generalizada que se prevé para los próximos 365 días y cómo afectará el yen. Inmerso en una política ultraflexible durante la última década, Alexander Londoño, analista Colaborador de ActivTrades, subraya “que ciertos oficiales del Banco de Japón han mencionado los riesgos que conlleva mantener la flexibilización cuantitativa durante mucho tiempo. Adicionalmente, la inflación japonesa podría aumentar el próximo año, obligando a que el BoJ implemente una política monetaria menos flexible”. Por lo tanto, apuesta por “un yen más fuerte”.
Esta opinión contrasta con la de Danske Bank y Goldman Sachs. Ambas firmas hacen hincapié en que “si bien la economía nipona ha mejorado, la presión inflacionaria subyacente se mantiene débil, por lo que el banco central se mantendrá fiel a sus políticas mientras los precios se mantengan alejados del objetivo del 2%”.
Si bien la economía nipona ha mejorado, la presión inflacionaria subyacente se mantiene débil, por lo que el banco central nipón se mantendrá fiel a sus políticas
Este escenario alimentará la divergencia con las políticas de la Fed, por lo tanto, el yen acabará el año cerca de los 114,00 yenes, indican expertos de Danske Bank.
Goldman Sachs por su parte, hace un último apunte sobre el que, insisten, es el “tema” de este año. “Las divergencia de políticas monetarias serán la tónica general en las potencias emergentes”, aseguran. Por ejemplo, anticipan estabilidad en China,” aunque puede requerirse una ligera relajación para mantener el crecimiento en niveles altos (del 6,5%)”, apuntan. Y esperan una pequeña depreciación del yuan con efectos modestos en los flujos de capital debido a los estrictos controles”.
En otros países, estiman que es probable que las tasas caigan aún más en Rusia, ya que la inflación continúa disminuyendo. y buscan aumentos de tasas en La India hacia el tercer trimestre y en Brasil hacia finales de año, a medida que las recuperaciones ganan impulso.