Las entidades financieras europeas podrían tener un plazo de tiempo extra frente a las nuevas regulaciones de la UE. La Comisión Europea ha dicho este martes que retrasará la nueva regulación del sistema financiero, que muchos bancos perciben como una amenaza.
Según Bloomberg, no habrá tiempo a poner en marcha este conjunto de regulaciones, conocido como MiFID II, hasta enero de 2017. Además, las entidades necesitarán hasta un año más para adaptarse a la legislación.
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CONSECUENCIAS DEL RETRASO
"Da más tiempo para hacer las cosas bien desde el principio y reduce las posibilidades de que los sistemas se descompongan"
Las implicaciones pueden ser de dos formas, ha explicado Richard Reid, investigador de finanzas y regulación en la Universidad de Dundee en Escocia, en declaraciones a Bloomberg. “Por un lado, da más tiempo para hacer las cosas bien desde el principio y reduce las posibilidades de que los sistemas se descompongan. Por otra parte, puede ralentizar el impulso de la reforma y permitir a la industria más tiempo para diluir las medidas”.
La modernización de la legislación de la Unión Europea, aprobada en 2014, es una pieza central en sus esfuerzos por apuntalar la regulación tras la crisis financiera de 2008. Las nuevas normas afectarán a casi cada firma financiera operativa, desde gigantes como Deutsche Bank y Goldman Sachs hasta pequeños fondos.
Los grupos financieros han presionado por un retraso, argumentando que las compañías necesitaban más tiempo para adaptarse a los cambios, muchos de los cuales implican un amplio acondicionamiento técnico.
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