- España sólo supera a Suecia, Grecia y Polonia con 82 puntos sobre 100 entre los principales países europeos
- En Renovables, España se ve superada por 11 países europeos.
El Banco Mundial acaba de publicar el informe RISE (Regulatory Indicators for Sustainable Energy) que pretende puntuar a cada país en función de su sostenibilidad energética a partir de tres pilares: Accesibilidad, Renovables y Eficiencia. El informe será presentado oficialmente el próximo 3 de abril y mide a 111 países. Y en este particular marcador energético, España no está entre los puestos cabeceros. Pese a ser uno de los 50 países con puntuación máxima de 100 en Accesibilidad (capacidad de la población para tener energía), el Banco Mundial penaliza su posición en los otros dos pilares.
El ránking europeo lo encabezan Dinamarca (94 puntos), seguida de Holanda (90) y Alemania (89). A nivel mundial, Canadá (91) y EEUU (91) se sitúan también entre las cinco primeras posiciones del estudio. De hecho, si se tienen en cuenta sólo los principales países europeos, en la clasificación general de RISE, España se queda en el vagón de cola y tan sólo supera a Suecia, Grecia y Polonia con 82 puntos sobre 100.
En Eficiencia, España aprueba por los pelos (68 puntos), aunque se ve superada por otros nueve países europeos. En la clasificación global, cae al número 24. En Renovables, la que fuera líder mundial en energía eólica hace una década, España se sitúa en la posición 19 del ránking con 79 puntos. Pese a que la puntuación española sube energías renovables, pero, de forma sorprendente, hasta 11 países europeos le superan en este terreno.
España obtiene una nota baja en tres de los siete criterios del área de energías verdes: respaldo público, planes de nuevas instalaciones e incentivos. La reforma del Gobierno Rajoy en esta materia -que supuso el recorte de las primas a las renovables y puso patas arriba al sector verde- descabalgó a España de la vanguardia mundial de la energía verde.
En este sentido, el informe RISE, auspiciado por el Banco Mundial y la ONU, pretende ayudar a los Gobiernos a tomar decisiones, comparar su marco regulador con otras regiones, propiciar nuevos avances hacia la sostenibilidad energética e identificar en qué ámbitos se puede hacer más para atraer inversión privada. Según sus autores, el nuevo barómetro energético permitirá las comparaciones entre países en política energética y su evolución a lo largo del tiempo.
EMERGENTES, MÁS VERDES
Según el Banco Mundial, un número cada vez mayor de países en desarrollo — México, China, Turquía, India, Vietnam, Brasil y Sudáfrica— se están convirtiendo en líderes en energía sostenible y ya cuentan con sólidas políticas para promover el acceso a la energía, las energías renovables y la eficiencia energética. “El informe RISE ofrece a los rectores de las políticas e inversores la información más detallada a nivel de los países disponible hasta ahora sobre cómo podemos aplicar reglas del juego equitativas con respecto a la energía de fuentes renovables en todo el mundo. Con políticas inteligentes se puede acelerar esta transición”, explicó Rachel Kyte, directora general de la iniciativa y representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas.
Entre las conclusiones del estudio se señala que en cada región del mundo, y en particular en la África subsahariana hay muchísimo margen para lograr mejoras. “Es la región con menos electrificación en todo el mundo: allí, 600 millones de personas aún viven sin energía eléctrica. El 40% de los países subsaharianos encuestados en el marco de RISE no han adoptado casi ninguna de las medidas de política necesarias para acelerar el acceso a la energía, en comparación con menos del 10% de los países asiáticos”, afirman. De esta foto de pobreza energética saldrían países como Kenia, Tanzania y Uganda, según el informe.