- Las criptodivisas en verde, a pesar de que se mantiene la presión regulatoria desde EEUU
- Carney señala que el riesgo sintético de las criptodivisas es mínimo: representan un 1% del PIB global
El verde se impone en el mercado de las criptodivisas, con el bitcoin que se recupera por encima de los 8.000 dólares y pone rumbo a los 9.000, después de haberse desplomado en las últimas jornadas por debajo de los 7.500 dólares. El avance es de un 16%, mientras otras monedas de cifrado remontan con holgura tras el descalabro de la semana pasada, cuando sus precios se vieron arrastrados hasta nuevos mínimos de 2018.
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Es el caso del ethereum, que sube un 15%, después de marcar su peor precio en tres meses, por debajo de los 400 dólares, según el índice de CoinMarketCap, mientras el ripple se ha llegado a cambiar de manos en 0,55 dólares, precios no vistos desde inicios de diciembre de 2017. Ahora avanza un 20%. En cuanto al bitcoin, desde el punto de vista del análisis técnico, "las importantes caídas de las últimas sesiones acercan a la criptodivisa a la importante zona de soporte que presenta en los mínimos de febrero, los 6.000 dólares", indica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.
"En el corto plazo, el precio nos ha dejado muy claro dónde está la resistencia, la zona de control por arriba: los 11.800 dólares", añade. "Este nivel de precios se corresponde con los máximos de enero, de febrero y de lo que llevamos de marzo. O lo que es lo mismo, solo por encima de los 12.000 dólares (por aquello de dejar un pequeño filtro), en precios de cierre, tendremos un antes y un después en la criptodivisa", redondea el experto.
La capitalización total del mercado de las criptodivisas supera los 300.000 millones de dólares, después de haber caído por debajo de este nivel el domingo. La presión regulatoria y las noticias negativas desde todos los frentes han exacerbado las ventas, en la antesala de la cumbre del G-20, donde banqueros centrales y ministros de economía discutirán sobre las ‘criptos’ y tratarán de dilucidar si representan o no una amenaza para la estabilidad financiera.
El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mark Carney, ha rechazado que las monedas de cifrado entrañen peligro alguno, ya que su valor de mercado, incluso cuando alcanzaron su máximo en diciembre de 2017, “es de apenas un 1% del PIB mundial”, ha indicado el banquero central.
“Su pequeño tamaño, el hecho de que no han llegado a sustituir ninguna moneda y su uso muy limitado para la economía real y las transacciones financieras, provoca que sus vínculos con el resto del sistema financiero sean limitados”, ha añadido Carney, en línea con sus otros comentarios previos del gobernador del BoE sobre las repercusiones que tienen las ‘criptos’ en los mercados globales.
Pero lo más relevante de estas palabras es que ofrecen pistas de hacia dónde se van a dirigir las conversaciones del G-20 que se llevarán a cabo en Buenos Aires el 19 y 20 de marzo. Por el momento, ha trascendido que el lunes y martes se llevarán a cabo dos sesiones de trabajo sobre este mercado.
La agenda y los puntos de discusión para estas reuniones no han sido publicados. Sin embargo, un documento público indica que ambas girarán en torno a las implicaciones de las criptomonedas y las posibles aplicaciones de su tecnología subyacente. "El tema es de gran importancia en la agenda de la reunión: los delegados considerarán una respuesta común que mitigue los riesgos sin desalentar la innovación", argumenta una fuente el G-20 a CoinDesk.