Este lunes Santander se dejaba un 2,99% y cerraba en los mínimos de la sesión. Todo apunta a que los mínimos anuales se pueden poner a prueba en cualquier momento.
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La semana pasada hablamos de lo bien que había conseguido rebotar Banco Santander desde la zona de soporte que presenta en los mínimos anuales, los mínimos de mayo en los 4,5385 euros. El pasado martes marcó mínimo en los 4,54 euros y desde ahí comenzó a rebotar con fuerza. Lo cierto es que en realidad todo sigue exactamente igual que lo comentado la semana pasada (lea aquí el análisis). O dicho con otras palabras, en la medida en que no tengamos un cierre por debajo de los 4,53-4,54 euros la posibilidad de que desde aquí se reestructure al alza es un escenario que no se puede descartar del todo. Aunque sólo por encima de los máximos de junio (4,9) tendremos figura de vuelta.
La perforación de los mínimos anuales, con holgura y en precios de cierre, dejaría la puerta abierta a un nuevo latigazo bajista que podría tratar de rellenar el hueco (gap) alcista dejado en la sesión del 7 de diciembre de 2016, en los 4,24 euros.
