MADRID, 25 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- A pesar de que los débiles datos de PMI (índice de gestores de compra) de la Zona Euro convencieran el pasado martes al consenso de que el Banco Central Europeo (BCE) recortará los tipos en 25 puntos básicos en su reunión el próximo 2 de mayo, el miembro del Consejo Ejecutivo de la autoridad monetaria, Jörg Asmussen, ha declarado que el BCE no es una panacea para curar todo el malestar económico.
En un discurso en Londres, Asmussen ha comentado que “el euro ya se ha 'salvado'”, pero ha advertido que la Zona Euro sigue padeciendo una enfermedad “crónica que podría causarnos dolor durante años si no la curamos”.
Sin embargo, Asmussen ha dejado claro que la idea de que el BCE debe ser la única solución a la crisis es un error y ha dedicado una gran parte de su discurso a la cuestión “¿Debe el BCE hacer más?”. En sus declaraciones, Asmussen ha descartado la posibilidad de cambios en la política monetaria como permitir una inflación más alta o implementar un objetivo para la tasa de desempleo, porque es contrario al mandato del banco central.
En cuanto a otras medidas, Asmussen ha insistido en que “los programas de compra de activos a gran escala que se dirigen a los mercados de capital no ayudarían mucho a la Zona Euro”. Con respecto a los tipos, aunque una gran mayoría de analistas esperan ahora un recorte del 0,25% el próximo jueves, Asmussen parece indicar que una bajada en el precio de dinero no está garantizada. Ha explicado que el traspaso de los recortes en tipos a la periferia, donde más hacen faltan, sería “limitado” y ha advertido abiertamente que “unos tipos de interés en niveles demasiado bajos durante demasiado tiempo podrían conllevar distorsiones”, como la asignación errónea de recursos que bajarían el potencial de crecimiento, un exceso de flujos de capital a los economías emergentes o una reducción en el incentivo de Gobiernos, bancos y empresas a ajustar sus balances.
Asmussen no ha descartado por completo la posibilidad de una bajada en los tipos, pero ha destacado los peligros de mantener una política muy acomodaticia durante un largo periodo de tiempo. En cualquier caso, su conclusión no deja lugar a dudas: “La política monetaria no es un arma multiusos contra cualquier tipo de enfermedad económica”.
J.M.