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MADRID, 02 ENE. (Bolsamania.com/BMS) .- A la pregunta que constituye el titular de este artículo, la primera respuesta es la reacción de los inversores, que han vendido con contundencia hasta propiciar una caída del 8,95%. Así se han comportado tras saber que Sacyr podría paralizar las obras de ampliación del Canal de Panamá. La noticia trascendió ayer, y esta mañana, el grupo español ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que “por razón de incumplimientos graves e imputables a la Autoridad del Canal (ACP), y conforme a los términos contractuales aplicables, GUPC (Grupo Unido Por el Canal -el consorcio encargado de la ampliación del Canal de Panamá liderado por Sacyr y formado también por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA)- ha comunicado formalmente a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que procederá a la suspensión de los trabajos si los incumplimientos denunciados no son remediados dentro del periodo de preaviso”. El GUPC le ha dado un plazo de 20 días a Panamá. El GUPC explica que ha presentado fundadas reclamaciones en relación con los sobrecostes del proyecto derivados de circunstancias sobrevenidas e imprevisibles ante las diversas autoridades competentes, incluida la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI); GUPC ha venido desarrollando continuados esfuerzos para que estas reclamaciones, cuyo importe global asciende a la fecha a unos 1.625 millones de dólares, fueran atendidas por la ACP a medida que han ido surgiendo. “Sin perjuicio de lo anterior, GUPC mantiene abierta la interlocución con la Autoridad del Canal de Panamá para alcanzar un acuerdo satisfactorio que ponga fin al actual desequilibrio contractual”, explicaba Sacyr aunque, según informaba después la agencia Efe, la ACP ha rechazado ya de manera “categórica las presiones” del consorcio para negociar “fuera del contrato”. En un breve comunicado, la ACP afirma que si el GUPC no cumple con lo pactado en el contrato, “pondrá en acción los mecanismos” previstos en el documento legal “que le permiten completar la obra”, sin más precisiones. Panamá considera que la amenaza de Sacyr constituye una “presión” para negociar fondos extraordinarios fuera de contrato, y mantiene su exigencia de que el GUPC presente sus reclamos por las vías establecidas en el contrato. Sobre presiones han hablado los expertos de Ahorro Corporación Financiera (ACF) en estos términos: “Consideramos que este paso se ha dado para presionar a las autoridades panameñas a cumplir con los sobrecostes surgidos en el proyecto”. Desde Banco Sabadell avisan de que “el futuro de la obra es incierto”, una obra que ACF recuerda es “el principal proyecto” de Sacyr, “valorado inicialmente en 3.200 millones de dólares” y que, “a día de hoy, estimamos que representa un 16% de su cartera de construcción y un 2,5% de la cartera total del grupo”. Coinciden ambos analistas en que “esta decisión tiene riesgo reputacional para Sacyr, que podría afectarle en la obtención de futuros contratos”, apuntan en ACF, mientras Sabadell advierte de que “daña la imagen de la división de construcción”. No obstante, también están de acuerdo en que el impacto puede ser moderado. En el caso de ACF consideran que la paralización anticipada “podría limitar las potenciales pérdidas del proyecto”, y Sabadell no ve un impacto significativo en las cuentas de Sacyr. En la entidad catalana, de hecho, van más allá “la caída tan fuerte del valor no está justificada por lo que es una oportunidad de compra”. Sabadell se pone en el peor de los casos: “El pago de cualquier indemnización por parte de GUPC estaría cubierta por los seguros y avales. La operación podría aportar en 2013 unos ingresos por construcción de unos 400 millones de euros (aproximadamente el 13% del total de construcción) con un margen EBITDA muy bajo, difícil de estimar pero seguramente inferior al 5% de la media del grupo”. En el banco creen que finalmente GUPC y las autoridades panameñas llegarán a una solución que favorezca a ambas partes: “Un cambio de contratista le saldría posiblemente más caro a Panamá, donde hay elecciones el próximo mes de mayo, que las cantidades reclamadas por el consorcio de Sacyr”. Técnicamente, el analista de Tarder Watch, César Nuez, subraya sobre las acciones de Sacyr que han conseguido sujetarse en las inmediaciones del soporte de los 3,13 euros. “No volveremos a ver una señal de fortaleza hasta que no vuelva a subirse por encima de los 3,97 euros. Si perdiera esos 3,13 euros, se iría al soporte de los 2,6 euros, precios clave de medio y largo plazo, y niveles en los que se encuentra la media de 200 sesiones”. Concluye Nuez que las próximas sesiones son muy importantes. María Gómez
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