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El informe recoge que según un informe de la CECA, publicado en junio de 2009, el ratio de morosidad del sistema bancario español pasará de un 0,8% en 2007 a un 8,8% previsto para el año 2010. Este deterioro significativo en los balances de las entidades financieras supondrá triplicar las pérdidas derivadas del riesgo crediticio, pasando de unos 9.200 millones en 2007 a unos 28.900 millones a finales de 2010.
En un contexto de estrechamiento de los márgenes de intermediación debido a la situación actual de los tipos de interés, las entidades financieras españolas tendrán que abordar unos procesos estrictos de control de costes, de control del riesgo crediticio y de gestión de la morosidad y del recobro de fallidos con el objetivo de proteger la solvencia actual de sus balances.
En este sentido, el informe recoge varios procesos que serán clave durante los próximos años para las entidades financieras españolas:
1. Un aumento del tamaño medio de las entidades, derivado de los procesos de consolidación y fusión que se producirán en el sector.
2. Un foco permanente en la reducción de costes y la mejora de la eficiencia.
Durante los 6 primeros meses de 2009 los bancos españoles han reducido su número de oficinas en España en un total de 509 oficinas, lo que representa un 3,3% de la base instalada, mientras que las cajas de ahorros han reducido sus oficinas en España en un total de 378 oficinas, lo que representa un 1,5% de la base instalada.
Es de esperar que los actuales procesos de concentración y fusión en las cajas de ahorros aumenten este proceso de consolidación y optimización de la red de oficinas.
3. Una mejora en la gestión del riesgo, dentro de un aumento de las exigencias y normativa del marco regulatorio.
4. Una mayor integración en los sistemas de gestión del cliente.
5. Un desarrollo intensivo de los canales de distribución alternativos.
6. Un modelo de banca de relación y de segmentos.
La conclusión del estudio es que la banca española en 2012 tendrá un menor número de entidades con mayor volumen de recursos derivado de los procesos de consolidación y concentración, un modelo de negocio basado en el conocimiento del cliente y la personalización de sus servicios, así como un control de costes y foco permanente en la excelencia operativa. La banca española utilizará todavía más las nuevas tecnologías para disponer de canales de relación con sus clientes alternativos y complementarios a su red de oficina actual, y estará sujeta a un aumento de las exigencias en el entorno regulatorio, lo que supondrá realizar más inversiones en este ámbito.
C.P.O.