- 1,784€
- 2,65%
Podría resultar exagerada semejante afirmación, pero no se puede obviar que si hay algo detrás de la crisis de España, es la especulación inmobiliaria, y Bankia es un ejemplo de cómo se infló dicha burbuja. Bankia es Caja Madrid y es Bancaja (además de otras cinco cajas de ahorro más pequeñas), dos entidades muy expuestas al ladrillo y gobernadas a la vieja usanza: bajo el control de los políticos de turno de sus comunidades autónomas de origen, Madrid y Valencia, cunas a su vez de esa burbuja. Refuta la teoría de la culpabilidad que el montante del rescate internacional para el sistema financiero español ronda lo 40.000 millones y sólo Bankia ha consumido más de la mitad. No ayuda a mejorar la imagen del banco que su presidente cuando salió a bolsa era uno de los antecesores de Lagarde en el FMI, Rodrigo Rato, ni que al anterior líder de Caja Madrid, Miguel Blesa, se le haya visto entrar y salir de la cárcel.
La historia del que nació para ser “el nuevo banco de la nueva banca” es de sobra conocida: oscilaciones drásticas de su cotización en bolsa desde que el 20 de julio de 2011 debutaba a 3,75 euros; recapitalizaciones públicas; rescate internacional; canje de preferentes; brusca reducción del valor nominal de las acciones de 2 euros a 0,01 euros; contrasplit en una proporción de 100 a 1; ampliaciones de capital... Hasta llegar a “celebrar” su segundo cumpleaños en los 0,5990 euros, después, recuerden, de esa brusca reducción del valor nominal y de la agrupación de acciones. Bankia empieza acostumbrarse a agridulces aniversarios: el año pasado, 365 días después de salir a bolsa, ya había perdido un 82% de su valor.
M.G.