MADRID, 13 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- España está recuperando el tiempo perdido. Es la conclusión generalizada de los analistas consultados hoy por Reuters sobre la difícil situación que atraviesa nuestro país. Sin embargo, estos expertos también coinciden en que, a pesar de que las medidas tomadas van en la dirección correcta, el camino que emprende nuestra economía está plagado de obstáculos y de baches.
Para Gilles Moec, economista de Deutsche Bank, el último anuncio del Ejecutivo (un recorte de 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación) es una prueba de que el presidente Mariano Rajoy está poniéndose al día. “Hemos visto más progresos en unos pocos día que en cuatro meses. España no se enfrenta a una emergencia, ni es incapaz de hacer reformas (…) es un país sostenible intrínsecamente, pero que necesita tomar decisiones”.
En este sentido, fuentes de la Zona Euro confirmaban a la agencia que “España se mueve en la dirección correcta (…). Podría haber hecho antes algunas cosas, pero aún hay tiempo porque no tiene necesidades inmediatas de financiación. Tienen unos pocos meses. Por su parte, desde el Ejecutivo señalan que no se van a dejar llevar por el pánico, aunque son conscientes de que estamos "en el ojo del huracán": “Tenemos que atarnos al mástil e ignorar los cantos de sirenas”, afirman fuentes gubernamentales.
Sin embargo, en su avance para salir del atolladero, España se va a encontrar con importantes escollos. El principal riesgo es que la economía se contraiga más de lo esperado, dificultando el cumplimiento de los objetivos de déficit y decepcionando al mercado. Pero tampoco podemos olvidarnos de la delicada situación que atraviesa el sector financiero, al que le pesan como un lastre los activos inmobiliarios en su balance. Para Javier Díaz-Jiménez, profesor de Economía del IESE, el Gobierno se está engañando a sí mismo: “Cualquiera que sea la solución por la que opte, va a necesitar mucho capital y éste sólo puede venir de fuera de España. Ahora mismo el Estado es incapaz de poner ni si quiera 20.000 millones de euros (…). El sector bancario español está en quiebra y, si no es quiebra, lo parece. Y si parece una quiebra no podrá lograr la financiación que necesita a un precio razonable en los mercados internacionales”.
Así, economistas como los de Citigroup, consideran que España va a necesitar un rescate este año (ya sea un préstamo como los recibidos por Grecia, Irlanda o Portugal o una línea de crédito de contingencia con unas condiciones más o menos duras, publica Reuters). “El desencadenante podría ser la perdida de acceso al mercado de forma asequible”, afirman. Mientras, desde JP Morgan se muestran más cautos y señalan que no están seguros de “si cualquiera de esas intervenciones externas será necesaria. Dependerá de si los rendimientos de la deuda siguen subiendo y de si el estrés de financiación se extiende a los bancos”.
S.C.