MADRID, 30 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .- Casualidad o no, hoy los principales responsables de la economía mundial, es decir, los bancos centrales, han actuado por fin con determinación y, lo que es más importante, por sorpresa. Las Bolsas se lo han agradecido. Las plazas del Viejo Continente se han anotado de media un 3,5%, con el Ibex35 subiendo un 3,96% al cierre, hasta los 8.449,5 puntos (ha registrado el mayor volumen desde el 16 de septiembre). Nuestro analista técnico de Web Financial Group, José María Rodríguez, lo tiene claro: “¡Así, sí! ¿Cuántas veces hemos dicho que para tener un efecto sobre los mercados que sea sostenible hace falta sorprenderles? Ya lo proclama el dicho: ‘lo que todo el mundo sabe, no vale nada en Bolsa’”.

Las buenas noticias llegaban a medio día, cuando China anunciaba una rebaja de las reservas exigidas a sus bancos en 50 puntos básicos. Las autoridades del gigante asiático intentan así aliviar la presión que sufren sus entidades financieras para que pongan más crédito en circulación y evitar que el frenazo de su crecimiento sea más brusco. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, considera que este movimiento llama la atención porque es la primera medida de este tipo que toma China en tres años: “La decisión se toma un día antes de conocer el PMI manufacturero, con muchos rumores sobre un dato muy bajo, y tras el fuerte descenso de la Bolsa de hoy (Shanghai ha caído más de un 3%). Esperábamos esta decisión a principios de 2012. Pero la realidad es que todo va muy rápido”. La noticia sentaba muy bien a unas Bolsas que convertían las pérdidas de la apertura en ganancias.

Y si “la fábrica del mundo” quiere evitar un aterrizaje forzoso, necesita que “las potencias consumidoras” gasten. Dos horas después, el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco de Japón (BoJ), el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra (BoE) y el Banco Nacional de Suiza (SNB) anunciaban de forma conjunta lo que todos en el mercado llaman “una barra libre” de liquidez. Las seis entidades han decidido de manera concertada bajar el tipo de interés de los swaps en dólares en 50 puntos básicos, es decir, inyectar liquidez en el mercado para luchar contra la contracción del crédito. Y no descartan poner más medidas sobre la mesa si la situación se deteriora, porque “hay más mecanismos disponibles para inyectar liquidez al mercado”.

Así versa el comunicado conjunto de las seis entidades: “El objetivo de estas acciones es aliviar las tensiones en los mercados financieros y mitigar los efectos de esas tensiones en el crédito a los hogares y empresas, y así ayudar a fomentar la actividad económica”.

A pesar de que la acogida en las Bolsas ha sido muy positiva, surgen dudas: “¿Será suficiente?”, se pregunta Campuzano; ¿las inyecciones de liquidez cambian la situación cuando el corazón del problema está en los mercados de deuda soberana de Europa?, duda Jens Sondergaard, economista en el Viejo Continente de Nomura.

Las respuestas son algunas positivas: “Los políticos empiezan por fin a enfrentar el problema” (Mark Cliffe, economista jefe de ING); otras neutrales: “Es una acción bienvenida pero que no resuelve los problemas de base de la financiación que está más vinculada a la deuda soberana” (Silvio Peruzzo, economista de RBS); y otras tantas muy negativas: “Es una acción dramática (…) Una vez más, los bancos centrales se ven forzados a moverse de manera agresiva para contrarrestar una crisis que ha crecido en tamaño y en alcance, por respuestas políticas inadecuadas” (Mohamed El-Erian, consejero delegado de PIMCO, el mayor gestor de bonos privado del mundo).

Eso sí, optimistas y pesimistas coinciden en que ahora les toca actuar a los políticos, porque sin el respaldo de medidas políticas, esta acción de los bancos centrales será, como se suele decir, “flor de un día”.

María Gómez
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