MADRID, 30 DIC. (Bolsamania.com/BMS) .- Si 2008 se recordará por el desplome inmobiliario y 2009 por el colapso financiero, 2010 quedará en el recuerdo por la crisis de la deuda soberana de los países periféricos de la Zona Euro. Este año ha sido el de los rescates de Grecia e Irlanda y las palabras que más hemos oído han sido “ajuste”, “reforma” y “déficit”. Los severos planes de austeridad no han entendido de fronteras y se han extendido por el mundo civilizado, dejando a su paso manifestaciones populares, huelgas generales e inestabilidad política. Las Bolsas han respondido con suerte muy dispar.
2010: TRES CLAROS GRUPOS Y UN GRAN PERDEDOR, EL IBEX35
El balance de estos doce meses en las bolsas mundiales deja tres grandes grupos diferenciados. De un lado, los ganadores: Nasdaq (+19%), Dax (+16%), S&P (+13%) y Dow Jones (+11%); después, los que han conseguido “salvar los muebles”: EuroStoxx50 (-5%) y Cac (-5%); y por último, los grandes perdedores, entre los que el peor es el Ibex35: PSI Portugal (-10%) e Ibex35 (-17%).
(Datos aproximados a falta del cierre de hoy en el caso de Europa y del de mañana en el caso de Estados Unidos).
PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI, PERDIDA
Este ejercicio de fuertes desequilibrios también pone fin a la primera década del siglo XXI. José María Rodríguez, analista técnico de Web Financial Group nos recuerda aquello de que “no hay ningún activo más rentable que la Bolsa, siempre y cuando invirtamos pensando en el largo plazo (entendiendo por largo plazo periodos de 10 años)”, pero nos explica que esta década que hoy cerramos ha roto esta máxima, porque se trata de una década perdida.
Tras diez años intensos por el estallido de la burbuja tecnológica entre 2000 y 2003, y el colapso financiero que se inició en 2008 y que aún no ha terminado, el Dax se ha movido apenas un 0,63% abajo y el Dow Jones ha subido un 1%. El Ibex35 ha perdido, desde 2000 hasta hoy, un 15%, comportamiento similar al del S&P en este período. Y los más perjudicados en estos diez últimos años han sido, sin duda, el Nasdaq (-40%), el PSI 20 portugués (-35%) y el Euro Stoxx50 (-42%).
(Datos aproximados a falta del cierre de hoy en el caso de Europa y del de mañana en el caso de Estados Unidos).
ESPAÑA: EL MAYOR AJUSTE ECONÓMICO DE LA DEMOCRACIA
No es de extrañar que el índice español haya sido el que peor se ha comportado en Europa, si tenemos en cuenta que España ha sido criticada, vapuleada y atacada sin escrúpulos por la debilidad de su economía. España ha aparecido en todas las quinielas que intentan contestar a la gran pregunta que se le hace a 2011: ¿quién será el siguiente tras Grecia e Irlanda?. El mercado nos ha definido como un “elefante en una cacharrería” (Roubini); o como “el plato principal, tras las tapas -Grecia, Irlanda y Portugal” (Krugman). También hemos sido la “s” de PIIGS (cerdos) y de GIPSI (gitanos); y el blanco de las tres agencias de calificación crediticia (Moody’s, Fitch y S&P), que han rebajado el rating de nuestra deuda soberana. Apelativos aparte, lo que preocupa es que España es too big to fail but too big to be bailout, “demasiado grande para caer pero demasiado grande para ser rescatada”, por lo que Bruselas y el FMI no podrían reflotar nuestra economía en solitario, si fuera necesario.
No obstante, la opinión generaliza entre los analistas es que España no necesitará un rescate (ver más abajo España y el ¿quién será el siguiente?), porque ha puesto en marcha ya o está diseñando las tres reformas clave que le exigía el mercado: la reforma laboral, la de las pensiones y la del sector financiero. Eso sí, las dudas son razonables, porque los datos de España son muy preocupantes. La tasa de paro termina 2010 por encima del 20%, un auténtico drama humano, aunque este apelativo suene a coletilla manida; y los costes de financiación de nuestra deuda han llegado a niveles no vistos desde 1997.
Reformas y cifras, que sumadas a la rebaja de los salarios públicos, a la congelación de las pensiones, y a la subida del IVA, han constituido el mayor ajuste económico de la democracia y han provocado la primera huelga general a la que se ha enfrentado el Gobierno de Zapatero. Aunque las revueltas populares en España nada tienen que ver con las que se han visto en Grecia o en Reino Unido, cabe destacar que nuestro país termina 2010 en estado de alarma, el primero de la democracia, por un conflicto laboral: el de los controladores aéreos.
En los próximos días, los datos correspondientes a este 2010, definido por el presidente del Gobierno como de “un estrés continuo”, serán los responsables de la credibilidad de nuestro país y de su capacidad para recuperar la imprescindible confianza de los mercados. Los compromisos que están sobre la mesa pasan por un déficit del 9,3% y una contracción del PIB del 0,3%.
EUROPA, PRIMER GRAN EXAMEN PARA EL EURO
En este 2010, la Unión Europea ha oído hablar de la posible desaparición del Euro por primera vez desde su creación hace 11 años. Las graves crisis de deuda, insostenibles en el caso de Grecia e Irlanda, que han atravesado y atraviesan algunas economías de la Unión, han despertado críticas atroces hacia una moneda común considerada inútil y mal diseñada. Y es que los detractores del Euro creen que la única opción que tienen los países en problemas es llevar a cabo depreciaciones, imposibles cuando se comparte divisa con 16 países bajo la tutela de un único mando, el del Banco Central Europeo.
La falta de consenso político entre Los 27 ha impedido desarrollar durante los últimos años una política económica común, cuya consecuencia directa han sido importantes desequilibrios entre los estados miembros. Las diferencias son evidentes: un núcleo duro liderado, sobre todo, por Alemania en alianza con Francia, y una periferia débil que necesita ayuda. Estas discrepancias se han hecho más palpables que nunca en Bruselas, donde los distintos estados se han debatido entre la obligación colectiva para salvar el Euro, y sus compromisos internos. A pesar de declaraciones poco afortunadas más propias de una desUnión Europea, y protagonizadas, entre otros, por la canciller alemana, Angela Merkel, la conexión de las economías públicas y privadas es tal en el seno de Europa, que Bruselas y la propia Merkel han asegurado que “no dejarán” caer a ninguno de sus miembros.
La Unión termina 2010 con un déficit público de alrededor del 6,8% y una deuda del 80%. Bruselas espera un crecimiento anual del PIB del 1,75%, y “no, no tiene ningún sentido para España, ni para ningún otro miembro del Euro pensar en abandonar la moneda única” (Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos en declaraciones a El Mundo el pasado 29 de diciembre).
M.G./S.B./S.C.