La lucha contra la economía sumergida se endurece. El límite a la cantidad que se puede pagar en metálico pasa de los 2.500 a los 1.000 euros.
Desde el 19 de noviembre de 2012 las empresas y comercios no pueden aceptar pagos en metálico por importe superior a 2.500 euros. En 2015, casi tres años después, esta limitación llegó al mundo de los trabajadores autónomos. Y ahora se endurece todavía más la normativa limitándose a 1.000 euros la cantidad que se puede pagar en ‘cash’.
La medida, que busca dar un nuevo golpe a la economía sumergida y reducir los fraudes de IVA, se aplicará a todos los colectivos profesionales. Tanto empresas como autónomos se verán afectados.
Los empleados por cuenta propia tampoco no podrán pagar o ingresar más de 1.00 euros en metálico. Esta medida servirá, según la Administración, para abordar el problema de la economía sumergida y las compras sin IVA, que restan millones de euros en ingresos a las arcas del Estado.
Sanciones para los que no cumplan
Como toda norma, Hacienda dispone de sanciones para quienes decidan seguir utilizando el dinero en metálico como forma de pago. En concreto, los trabajadores por cuenta propia que acepten pagos de más de 1.000 euros deberán abonar el 25% del dinero que hayan cobrado o pagado. De esta forma, si un autónomo ha pagado 3.000 euros por un coche usado ‘en mano’ la Agencia Tributaria le multará con 750 euros por saltarse la norma.
La Agencia Tributaria no sólo perseguirá a quien realiza el pago, también podrá sancionar al vendedor por haber aceptado ese dinero en metálico. En este caso, Hacienda podrá decidir el pago solidario de la multa. Volviendo al ejemplo anterior, cada una de las partes involucradas en las transacciones debería abonar 375 euros.
Tres excepciones
Hacienda establece excepciones a la norma de los 1.000 euros. La primera es la que se refiere a los pagos entre particulares, que podrán operar sin ningún tipo de límite. Es decir, un particular podrá comprar un coche de segunda mano o cualquier otro bien y pagar 1.000 euros o más ‘en mano’.
En el caso de los ingresos bancarios tampoco se aplicará límite alguno, aunque hay que tener cuidado porque Hacienda sí puede pedir explicaciones sobre la procedencia del dinero -mirar A partir de qué cantidades debe informar el banco a Hacienda de un ingreso-.
Por último, en el caso de los turistas, el límite a los pagos en metálico se eleva hasta los 15.000 euros.
Cómo identificará Hacienda a los infractores
El gran problema con el que se encuentra Hacienda es lo complicado que resulta descubrir estas operaciones en la que habitualmente no hay un registro. Para identificar los pagos en metálico por encima de 1.000 euros seguirá confiando en el buen hacer de la ciudadanía, como ocurre con las empresas.
La Agencia Tributaria ya cuenta con la figura del delator fiscal, que es quien pondrá el delito en conocimiento de Hacienda. Al hacerlo, contará con la ventaja de la AEAT no le sancionará si es una de las partes involucradas. Eso sí, para disfrutar de esta inmunidad fiscal deberá denunciar los hechos en un plazo máximo de tres meses desde que ocurrieron
Como es lógico, habrá que aportar pruebas de la infracción que demuestren que ésta efectivamente se llevó a cabo.
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