¿Pagamos muchos o pocos impuestos en España? La presión fiscal mide este dato y según la OCDE, la española es mayor que la media y ha subido con más fuerza en los últimos años.
Desde un punto de vista técnico, la presión fiscal mide la «relación entre los ingresos tributarios totales de un país, incluidas las cotizaciones a la seguridad social, y la renta nacional del mismo“. Dicho de otra forma, el porcentaje de la renta del país que se destina a pagar impuestos y Seguridad Social. Asociado a este término nos encontramos con otro mucho más cercano, que es el esfuerzo fiscal y está directamente relacionado con el trabajador y mide el porcentaje de su sueldo que se destina al pago de tributos, desde el IVA hasta el IRPF pasando por las cotizaciones a la Seguridad Social.
En este sentido, el esfuerzo fiscal que debe hacer un trabajador en España está a día de hoy muy por encima de la media de la OCDE. La última edición del informe Taxing Wages de la Oganización para la Cooperación y el Desarrollo Económico desvela que un trabajador sin hijos que cobra el sueldo medio destinó en 2014 el 40,71% de sus ingresos al pago de impuestos, 0,05 puntos más que en 2013 y más de cinco puntos por encima de la media de la OCDE, situada en el 35,96%. Y lo peor de todo es que este porcentaje no ha dejado de subir desde 2008, cuando estaba en el 38%, lo que habla del fuerte incremento de impuestos que hemos vivido desde el estallido de la crisis.
Si tomamos como referencia la OCDE, la carga fiscal apenas subió tres décimas para ese mismo periodo. Si ampliamos la muestra hasta el año 2.000, la carga sobre el salario de los españoles ha aumentado en 2,1 puntos porcentuales, mientras que en el en la media de la organización se ha reducido siete décimas.
También es distinta la distribución de esta carga fiscal en España. Aquí los impuestos a los ingresos, es decir, el IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social suponen un 88% de la presión fiscal por el 77% de media en la OCDE.
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Las familias tienen menos presión fiscal
La última reforma fiscal del Gobierno ha sido un claro ejemplo de cómo premiar a las familias en términos fiscales, algo que según los datos de la OCDE, no es nuevo. Las parejas casadas con hijos tienen que hacer un menor esfuerzo fiscal que los trabajadores solteros, pero aún así siguen estando por encima de la media de la OCDE. Tanto es así que la reducción de la presión fiscal por hijos es de 5,8 puntos porcentuales en España, todavía muy lejos de los 9,1% de media.
En concreto, para un matrimonio con dos hijos y una única fuente de ingresos, la presión fiscal ha pasado del 34,81% al 34,88%, muy por encima del 26,87% de media. Esto sitúa a España en el noveno país con la tasa más alta. La cosa cambia cuando las dos personas están trabajando y una lo hace a tiempo parcial -cobra el 33% de la media-, ya que para este colectivo la presión fiscal no ha cambiado en los últimos dos años y sigue anclada en el 37,5%.
Aumento generalizado en 2014
Aunque la presión fiscal en España está muy por encima de la media de la OCDE, la subida experimentada en 2014 no es una excepción. Tanto es así que en 23 de los 34 países analizados este indicador se ha incrementado por sólo nueve en los que bajó y dos en los que se mantivo sin cambios. En términos absolutos, la presión fiscal media en la OCDE creció 0,1 puntos porcentuales en 2014 hasta el 35,96%. La subida desde 2010 es de un punto porcentual.
Aumenta la presión fiscal al empleo
La OCDE explica que la carga fiscal sobre los ingresos de los trabajadores aumentó en 2014 en 23 de los 34 países de la OCDE, descendió en nueve y se mantuvo sin cambios en dos. De esta manera, la media del conjunto de la organización se incrementó 0,1 puntos porcentuales en el último año, hasta el 35,96%.
En este sentido, añade que desde 2010 la presión fiscal se ha incrementado un punto porcentual en la OCDE, más por el aumento de salarios que por el de ingresos.
Por países, los trabajadores individuales, sin cargas familiares, están más penalizados en Bélgica (55,6%), Austria (49,4%), Alemania (49,3%) y Hungría (49%) y menos en Chile (7%), Nueva Zelanda (17,2%), México (19,5%) e Israel (20,5%). Si nos vamos a los datos de familias con dos hijos y una única fuente de ingresos, en Grecia (43,4%), Bélgica (40,6%) y, sorprendentemente Francia (40,5%), es donde más presión sufren, mientras que en Nueva Zelanda (3,8%), Chile (7%), Suiza (9,8%) e Irlanda (9,9%), ésta es menor. Para este sector, la presión media es del 26,9%.
Imagen – Vector3D en Shutterstock
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